- La obra, con marionetas, fue presentada por el grupo Demediado Teatro, de San Miguel de Allende
El grupo Demediado Teatro, originario de San Miguel de Allende, divirtió y dejó un mensaje positivo a niños, jóvenes y adultos a través de la diversión, con el montaje en teatro guiñol La vaca que quería ser mariposa, en la cual abordan diferentes temas polémicos como el de la diversidad, la tolerancia y la aceptación, teniendo como escenario el foro infantil de la Plaza Goitia, dentro del 29 Festival Cultural Zacatecas 2015.
La obra, la cual inicia con la canción Here Comes The Sun, del grupo británico The Beatles, relata la historia de una vaca que vive en una pequeña granja, y lleva una vida normal, pero vive admirando a las mariposas por sus colores y su libertad.
Así pasan los días, la vaca comiendo pastura y dando leche fresca todas las mañanas. Pero un día al despertar empieza a sentirse rara, y empieza a darse cuenta de que en realidad ella es una mariposa y siempre se ha sentido como tal, por lo que los otros animales comienzan a burlarse de ella.
Lorena Kasper y Gerardo Curiel son los actores de clown que manejan las marionetas, y lo hacen utilizando un vestuario de granjero, que consiste en un pantalón de pechera y sombrero. El escenario principal es su carreta de títeres.
Los actores involucran a los menores a participar, provocándolos con la actitud de los otros animales de la granja, quienes insisten en decirle a la vaca que deje de soñar y que acepte su realidad y su vida de vaca.
Pero la vaca insiste en sentirse como una mariposa, incluso corre por los prados saltando, imitando el vuelo de una mariposa, aunque la gravedad la hace caer rápidamente, además de que cuando intenta posarse en una flor, termina por aplastarla.
En este momento de la obra los menores comenzaron a defender a la vaca de los otros animales que la criticaron, algunos incluso molestos, pues no la dejan cumplir su sueño y gritan y defienden a la protagonista.
Aunque por todo el alboroto hecho por los animales y los niños, el rumor llega a los odios del granjero, quien decide enviar a la vaquita a una terapia y que la examine un psicólogo, pues considera que no es normal lo que le ocurre.
El mensaje que deja esta obra a niños, jóvenes y adultos es que lo importante de cada persona es que se sienta cómoda con su identidad y que a pesar de las diferencias que pueda existir se debe aceptar a las personas tal cual son.
