Autor: José de Jesús Narváez Flores
Residencia: San Luis Potosí, San Luis Potosí, México
Ésta es la calavera
de un poeta de tercera
que le hacía su calavera
a pura gente de primera.
Epigramas y versitos
no le sirvieron de nada,
pues la canija Huesitos
se lo llevó a la fregada.
Hoy la Huesuda, que es ruda,
a la gente dejó muda,
pues muy de injusta manera
se encargó de que muriera
el que hacía las calaveras,
y que entre bromas y veras
destacaba las virtudes
y los metía en ataúdes.
Pero para su desgracia
a la Flaca no hizo gracia,
y en serio, muy en serio,
lo mandó pa’l cementerio.
La Calaca lo festeja
paseándose en autobús.
Queda como moraleja:
¡La muerte del buen Jesús!