“El gobierno corrompe o reprime. Cuando no puede corromper reprime”. Decía hace 41 años en la Preparatoria Uno, el distinguido y venerado Maestro Hugo Gutiérrez Vega, padrino de siete egresados de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Atentos escuchaban: Raquel Velazco Macías, Eligio Meza Padilla, Guillermo Huitrado Trejo, Hipólito Hernández Solís, Demetrio Ávila Hernández, José Sánchez Cárdenas y Aquiles González Navarro.
Un fuerte y emotivo discurso del Maestro de Maestros en alusión precisamente al 2 de octubre de 1968 y al 10 de junio de 1971. Hoy al incluir en la lista de la infamia los hechos de Ayotzinapa, Tlatlaya y Tanhuato, decimos, ¡Cuánta razón tenía nuestro padrino de generación! “El gobierno corrompe o reprime. Cuando no puede corromper reprime”.
A la muerte del maestro Gutiérrez Vega, vivir acorde con sus ideales, es la más grande y la única muestra real de nuestra veneración.
2 de octubre.
La mañana agorera abrió los ojos
y el día nos dio su asombro,
la delicia de descubrir
la forma de las cosas,
de contemplar los rostros,
de esperar que el arcángel
nos trajera los besos;
y algo como la piel del mar,
más grande que el deseo
cercado por la angustia,
por la presencia viva
escondida en las cortinas,
en las comisuras de los labios.
Teníamos ganas de vivir…
…Lo que pasó después no es parte de esta historia,
el amor no termina,
la furia no lo borra
y sigue sucediendo…
ese río nunca para.
BIEN POR LA COORDINACIÓN JURÍDICA.
Enterado por los medios de comunicación, que la Coordinación General Jurídica que dirige el Licenciado Uriel Márquez Cristerna, ha logrado recuperar los espacios de las llamadas “Casas del Sol”, no puedo menos que expresar mi reconocimiento, ya que tal hecho de recuperación jurídica, significa un golpe al abuso y una reivindicación al derecho de los pueblos de regresarles lo que les corresponde.
Las Casas del Sol, que colindan intencionalmente con lo que fue hasta hace poco tiempo el Hospital General de Zacatecas, en la avenida García Salinas del municipio de Guadalupe, fueron construidas bajo la administración del entonces gobernador Ricardo Monreal Ávila, con el fin de dar albergue a los familiares de enfermos internados en el Nosocomio, con derecho de habitación, alimentos y sanitarios durante la estancia del enfermo.
Para efectos de la prestación de los servicios gratuitos, se integró un comité administrativo que durante un tiempo funcionó en cumplimiento de la labor social encomendada. Ya con el cambio del hospital a las instalaciones de Ciudad Administrativa, las Casas del Sol dejaron de cumplir su función y se dio el intento de apropiación por parte de algunos, quienes tenían como misión la administración.
Para la recuperación de los inmuebles, fue necesario que el gobierno acudiera a los tribunales judiciales y es hasta la semana que concluye cuando, después de un largo litigio, logra la Coordinación Jurídica la recuperación.
Hoy, en el Hospital de la Mujer en Guadalupe, Zacatecas, como en el nuevo Hospital General, se puede observar en situación lamentable a cientos de familiares de los pacientes que quedan internados, deambulando durante el día por los distintos puestos de comida que se oferta en las áreas circundantes y por la noche, impedidos por reglamento de permanecer al interior de las instalaciones, dormir en vehículos o prácticamente en el suelo y a la intemperie. Así, durante días, semanas o meses.
Ojalá que los buenos oficios de mi amigo Uriel Márquez Cristerna y las buenas ideas de su señor padre el Maestro Uriel, motiven la recuperación del servicio que se prestaba a familiares de los pacientes que quedan internados en los hospitales. Ojalá que ya, con carácter urgente.
DE ASESORES O BIENHECHORES
“Se encuentran en Zacatecas asesores de la Unión Europea en materia de pensiones”, cabecea una nota en páginas interiores en La Jornada del martes 29 de septiembre pasado. Se revisará el marco legal de Issstezac, las áreas de finanzas y administración y sobre todo el marco legal pensionario y las prestaciones sociales.
Sería suficiente que la caja de caudales del Issstezac dejara de ser la caja chica (¿o grande?) de los gobernadores y la caja de oportunidades de los directores del Issstezac. De una mirada retrospectiva al patrimonio antes y después y tiempo de logrado el nuevo, por los últimos cuatro o cinco directores y concluirá seguramente con algo tan simple como contar con Directores bienhechores. ■
