■ Se espera que el proyecto sea recuperado por la siguiente administración e incluya a mujeres importantes
Las maquetas hechas en bronce, de las siete esculturas interactivas que se han colocado en la capital del estado y el municipio de Fresnillo durante la presente administración, y que aluden a Ramón López Velarde, Manuel M. Ponce, Francisco Goitia, Julio Ruelas, Pedro Coronel, Genaro Codina y José Kuri Breña, fueron entregadas ayer por el Instituto Zacatecano de Cultura a través de su director, Gustavo Salinas Íñiguez al Museo Zacatecano, que encabeza Julieta Medina Briones.
El autor de las piezas, Carlos Espino, destacó que detrás de cada una de ellas hubo un trabajo “concienzudo, con una plenitud de información”, que implicó la investigación histórica de los personajes, sustentada en biografías, fotografías, ropa, fuentes documentales y mediante entrevistas, “porque uno como artista que va a representar a otro artista, necesita enamorarse de la persona y de la obra de cada uno de ellos (…) para poderlos representar con toda su esencia”.
Así ofreció comentarios sobre las características propias de los pintores, músicos, poeta y escultor, uno a uno.
Dijo que en el caso de Manuel M. Ponce, consiguió toda su obra para piano y se entrevistó con directores y compositores que conocieron al músico que fue propuesto con “un traje elegantísimo, sus polainas y bastón”, este último accesorio, que utilizaba no porque tuviera un impedimento físico sino porque en su época era un “elemento de elegancia”; mientras que para realizar la efigie de José Kuri Breña se entrevistó también con la familia, quien le facilitó el acceso a obra, caballete y alrededor de 200 fotografías, de manera que fue representado como trabajaba en su taller, con suéter y pantalón de mezclilla.
Genaro Codina aparece como otras figuras, sentado en una banca pero tocando el violín, explicó, porque en su biografía se dice que dominaba 20 instrumentos de entre los que prefería el arpa, pero habiendo ya una estatua en Zacatecas que lo representa tocándola, le pareció poco creativo reproducirlo de esta manera y optó por el segundo instrumento en el gusto del compositor. El personaje viste frac “como si estuviera en un concierto”.
Pedro Coronel se muestra con “overol y sus inseparables huaraches oaxaqueños” sosteniendo con una mano la maqueta de Duelo, una obra en que representó a una madre con su hijo muerto. Es una obra monumental realizada en su juventud y poco conocida en Zacatecas, porque se encuentra en la Ciudad de México. Por haber pertenecido al movimiento de Ruptura, es el único personaje que se encuentra de pie.
A Francisco Goitia lo trajo al bronce con el cabello y la barba alborotados por el viento, como aparece en un famoso autorretrato, y pintando sobre un caballete imaginario. Y a Julio Ruelas quiso mostrarlo taciturno y nostálgico, dijo, porque está dibujando La Crítica, un grabado que hizo apenas un mes antes de morir, y que entendió el escultor como una obra premonitoria de su próximo fallecimiento.
Acerca de la escultura de Ramón López Velarde comentó que se encuentra en una actitud de inspiración, mirando al cielo azul cobalto, el cielo de Zacatecas, y escribiendo la que fuera su obra póstuma y más importante, La Suave Patria.
Carlos Espino y Gustavo Salinas Íñiguez comentaron sobre la omisión de mujeres dentro de este conjunto de esculturas que buscan fomentar como se ha dicho en cada una de las develaciones, “la cultura del reconocimiento”, que la selección se realizó de entre más de 50 personajes destacados de Zacatecas, entre los que sí incluyó féminas el artista, pero cuyo listado “palomeó” el gobernador Miguel Alonso Reyes.
Agregó Salinas Íñiguez, director del Instituto Zacatecano de Cultura, acerca del tema, que las piezas son apenas el comienzo de un proyecto que espera sea recuperado por la siguiente administración.
“Mujeres hay importantes, que yo espero que la próxima administración continúe con este trabajo porque se trata de honrar a los grandes hombres de la cultura que se significaron y que vale la pena que la sociedad les rinda un tributo precisamente de esta manera”.
Tanto el funcionario como Carlos Espino, se refirieron a los daños que han sufrido las piezas, precisando el último, que las dos restauraciones que ha requerido la efigie de Ramón López Velarde, misma que se encuentra en Plaza de Armas de la capital del estado, las ha realizado de forma gratuita, pero estimó que tienen un costo aproximado a los 30 mil pesos, por lo que convocaron a la ciudadanía a cuidar de ellas.
En el acto, se anunció asimismo para los interesados en adquirir una réplica de las “maquetas piloto” realizadas por Espino, que desde ayer resguarda el Museo Zacatecano, que el costo de aquellas elaboradas en bronce podría ser de alrededor de 50 mil pesos, pero en su versión en pasta de alabastro, la cantidad se reduce a la mitad. Para las otras, de tamaño natural y que se encuentran en lugares públicos, se erogaron 3 millones de pesos del erario, precisaron.
