■ Falta mantenimiento en el parque Arroyo de la Plata y el Ecoparque
■ El mobiliario urbano en ambos espacios está dañado, hay basura en diversas zonas
Un lago seco, con agua estancada y basura; bancas a las que les faltan tablones, lo que hace imposible que sean funcionales; botellas de cerveza, latas de aluminio y envases de plástico y unicel esparcidos en las entradas, al costado de los caminos o entre los árboles; columpios oxidados y sin piezas de madera que los convierten en espacios riesgosos para los más pequeños.
La falta de mantenimiento en los dos pulmones principales de la zona conurbada, el parque Arroyo de la Plata y el Ecoparque, es evidente. Basta con recorrer sus caminos para advertir la ausencia de acciones gubernamentales para mantener en buenas condiciones los espacios públicos y el mobiliario urbano de estas áreas verdes.
Al llegar al Ecoparque, en el estacionamiento hay botellas de cerveza y basura en los laterales, además de que varias piezas de piedra de la columna del puente peatonal están desprendidas y en el suelo.
El primer punto al que se llega es el lago que está junto a los módulos de baños, que se encuentran cerrados y con pintadas en las puertas y paredes exteriores. Los envases de plástico, unicel y latas de aluminio se esparcen por la orilla.
No obstante, este cuerpo de agua no es el único que está en este espacio, que fue inaugurado en septiembre de 2016 por el entonces presidente de la República Enrique Peña Nieto.
Al otro lado de la carretera, frente a los edificios donde se llevan a cabo eventos, cursos y talleres, hay otro lago en peores condiciones: prácticamente vacío, sólo con algunas zonas que contienen agua estancada y basura.
La construcción de este parque costó más de 130 millones de pesos y según las cifras dadas por las autoridades tiene una extensión superior a las 100 hectáreas, que abarca terrenos tanto de Zacatecas y Guadalupe como de Vetagrande.
Entre el mobiliario urbano con el que cuenta están las bancas que se ubican a lo largo de los caminos empedrados, pero la mayoría de ellas no sirven debido a que están incompletos ante la falta de tablones de madera.
Por ejemplo, en el trayecto de la entrada hasta el puente colgante hay 26 bancas y sólo una de ellas está íntegra. El resto luce abandonado, sin tablones para sentarse o en la parte del respaldo.
La segunda área verde más grande de la zona conurbada es el parque Arroyo de la Plata, usado por cientos de personas para desplazarse entre Zacatecas y Guadalupe a pie, para hacer deporte o como lugar de recreación.
Este espacio se encuentra actualmente en remodelación después de que desde enero de 2018 se diera el banderazo de arranque a los trabajos de rehabilitación integral. En el evento de inicio de estas obras se explicó que la intervención se dividiría en cinco etapas a las que se destinarían en total 82 millones de pesos.
La primera iba a incluir la mejora de los gimnasios al aire libre, los pasos peatonales, las canchas deportivas y la ciclovía, así como los sanitarios, el área canina, los andadores y el mobiliario urbano, mientras que la segunda se enfocaría a la construcción de un estacionamiento junto al foro al aire libre.
La tercera abarcaría trabajos de construcción de ocho nuevas rampas de acceso, ampliación de la ciclovía en 1.5 kilómetros más y el reemplazo del techo de las palapas, la cuarta estaría relacionada con la rehabilitación de los juegos infantiles y la quinta se destinaría a la reforestación, instalación de luminarias y reforzamiento de la seguridad.
Al ingresar por la entrada que se encuentra sobre la Avenida García Salinas, frente a Plaza Tahona, y si se camina hacia Guadalupe por el interior del parque hay varios puntos en los que se encuentran juegos infantiles. Son éstos espacios los que están con peores condiciones pues se encuentran oxidados y sin todas las maderas, paneles y barandales necesarios para la seguridad de los niños.
