Hay la complacencia y sincronía de la élite política mexicana con estos organismos: Enríquez
“En la coyuntura electoral, todos los candidatos darán continuidad a las directrices de estas instancias”
Los organismos financieros internacionales no pretenden erradicar la desigualdad social, sino hacerla funcional en el capitalismo y su modo de producción contradictorio, asimétrico y polarizante, afirmó Isaac Enríquez Pérez, posdoctorante en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
En ese sentido, opinó que, en la coyuntura electoral, ningún partido político o candidato representa un cambio en materia política, pues todos ellos darán continuidad a las directrices de esas instancias.
“Ahí soy pesimista. La opción que en principio se perfilaba como una alternativa en materia de política económica y social, que inició en 2006 con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, hoy en día tiende a desdibujarse sobre todo por las alianzas que se están tejiendo en torno a este movimiento, por la suavización del discurso, y entonces pienso que habrá continuismo y los cambios que se den van a ser de matices y no de fondo”, indicó.
Explicó que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional tienen una presencia muy evidente en el diseño de la política pública mexicana, pues las decisiones respecto a las estrategias de desarrollo obedecen a las directrices prácticamente teledirigidas que emiten esos organismos.
Según Enríquez Pérez, “las élites políticas y económicas, quienes toman las decisiones en nuestro país, es un tema importante porque no lo hacen de manera aislada, sino en coordinación y en sincronía con estos organismos que se interesan por administrar problemáticas internacionales como la pobreza, la estabilidad macroeconómica, la preservación del medio ambiente, entre otros”.
Durante la ponencia titulada “La incidencia de los organismos internacionales en la dialéctica desarrollo/subdesarrollo: el Banco Mundial en el diseño de la agenda pública mexicana”, impartida en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo, señaló entonces que dichos organismos inciden en el diseño de políticas en países como México, donde su élite política está vinculada con estos.
El especialista en Economía Internacional y Desarrollo manifestó que no es gratuito el hecho de que varios personajes de la clase política mexicana, paralelamente a su trayectoria, hay ocupado puestos importantes en los organismos financieros.
En el tema de la pobreza, por ejemplo, recordó que es un problema que antes tuvo un tratamiento diferente, pues se otorgaban apoyos y subsidios a todos los sectores que se consideraban pobres.
En la actualidad, Enríquez Pérez, quien es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que las políticas que atienden la pobreza lo hacen de una manera focalizada y no universal. Es decir, se orientan a los sectores más depauperados donde se corre el riesgo de surgir protestas sociales.
Concluyó que los instrumentos que son diseñados por los organismos internacionales se adoptan en México de manera mecánica, no porque haya una imposición, sino porque hay la complacencia y sincronía de la élite política mexicana.
