Hacía más de dos sexenios que Salinas de Gortari había visitado Zacatecas por última vez. Más que un amigable paseo, las declaraciones dadas en su más reciente visita a tierras zacatecanas, representan una fidedigna prueba del divorcio que hay entre la visión de la clase política tradicional y la realidad que vive nuestro estado.
Aunada a la perspectiva de fantasía que Miguel Alonso tiene de Zacatecas, el ex presidente de la República declaró que Zacatecas sigue siendo un lugar atractivo para visitar y conocer, dadas sus excelentes condiciones culturales, de seguridad y su enorme desarrollo económico.
Leyó usted bien, estimado lector, aún con la grave ola de violencia que azota a nuestro estado, con indicadores alarmantes del semáforo delictivo que sitúan a Zacatecas como uno de los estados donde más secuestros, violaciones y extorsiones se cometen, aún así, los políticos de la cúpula del poder pretenden burlarse de la inteligencia de la gente.
Como si fuera digno de presumir, Miguel Alonso alardeó la visita de un tipo que representó un grave atraso para la política y la economía mexicana, privatizando infinidad de organismos paraestatales como Teléfonos de México, abriendo así la puerta para que el socio mayoritario pasara a la historia como el hombre más rico del mundo.
Coincide esta visita y el recibimiento digno de un monarca con la cruda política que atraviesa Zacatecas. En un proceso electoral lleno de irregularidades donde la compra de voto y la intimidación estuvo a la orden del día, al mero estilo priísta. Es aquí donde debemos centrar nuestra atención, mientras los poderosos se pasean, el escozor social se sigue gestando.
Por ello, la oportunidad que tiene la izquierda mexicana de afianzarse por el desgaste que carga el Gobierno Federal priísta no es menor. Reitero, mientras los poderosos se pasean, un fuerte movimiento social se está gestando. Un movimiento que está a la espera del llamado para seguir una misma ruta en la elección a Presidente de la República en 2018.
Hoy el ex mandatario nacional, vuelve a ser noticia, no sólo por haberse convertido en turista y ahora sí visitar los estados del país. Sino por su discurso que va en contra del “populismo” haciendo el llamado a la sociedad a alejarse de él. Al igual que Peña Nieto, al igual que Miguel, al mero estilo priísta. ■
