■ A pesar del alto costo, su producción se mantiene para producir energía eléctrica, explica
■ Su participación se dio en el coloquio sobre temas de divulgación en áreas de índole científico
A pesar que los generadores eólicos de baja potencia no son redituables económicamente, su producción se mantiene porque su tamaño es ideal para ser colocado en urbes, sobre los edificios, informó Antonio José Ramón Martínez, alumno de posgrado de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Durante su participación en el Coloquio sobre temas de divulgación en las áreas de Procesamiento digital de señales, Mecatrónica, Energías renovables, Ciencias Ambientales e Hidráulica, expuso que, según la Comisión Electrotécnica Internacional, las turbinas eólicas de baja potencia son aquellas con área de barrido menor a los 200 metros cuadrados, equivalente a 50 kilowatts de potencia nominal para generar voltaje de mil volts de corriente alterna.
Dijo que ese organismo es el más importante a nivel internacional en cuanto a la normalización y estandarización de turbinas eólicas y tecnología para generar energías renovables.
Ramón Matínez señaló entonces que este tipo de energía es utilizada principalmente para producir energía eléctrica mediante dispositivos llamados aerogeneradores que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.
“Cuando escuchamos hablar de generación eólica de baja potencia, son turbinas eólicas de 100 kilowatts hacia abajo y son cinco países que están a la vanguardia en el desarrollo de esta tecnología”, indicó.
Aunque resulta más costoso utilizar un generador de energía eólica de baja potencia que uno de alta potencia, es necesario porque hay lugares o espacios donde solamente se puede colocar un parque de este tipo.
Sin embargo, “no es conveniente instalar una turbina de 100 kilowatts de modo aislado, porque no se necesita de tanta potencia y económicamente no es viable. Conviene más que una turbina de este tipo esté interconectada a la red”.
Ramón Martínez precisó entonces que las turbinas de baja potencia son viables en aplicaciones aisladas, siempre y cuando resulte más caro construir una línea de transmisión a una distancia de difícil acceso que implique un costo mayor que un generador de alta potencia.
Por ejemplo, mencionó que esos generadores pueden ser útiles en zonas urbanas, ya que es ahí donde no se aprovecha ni siquiera mínimamente el viento y por lo tanto es un recurso no aprovechado en las ciudades para generar energía a nivel micro; “ahí es donde podría ser rentable”.
