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viernes, 19 abril, 2024
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■ A cañonazos contra el capitalismo:

Triangle of sadness, de Ruben Östlund

■ [Ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2022]

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Por: SERGI RAMOS •

La Gualdra 529 / Cine / Festival de Cannes 2022

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Después de The Square, sátira sobre el mundo del arte contemporáneo, ganadora de la Palma de Oro en 2017, el director sueco Ruben Östlund apuntó su arma hacia el capitalismo en Triangle of sadness, presentada en la competición oficial y ganadora de la Palma de Oro en esta edición del Festival de Cannes 2022.

El espejismo de la pasarela

El título (Triángulo de la tristeza) remite a la parte de la cara situada entre las cejas y la nariz, pero también a los tres vértices sobre los cuales se estructura la historia. En una de las primeras secuencias, un casting para un desfile de moda con modelos masculinos, los responsables le indican a Carl, uno de los protagonistas, que deje de fruncir el ceño cuando desfila, para borrar literalmente la tristeza en el mundo de apariencias construido por la moda, y su cosmética búsqueda de legitimación cultural y ética a golpe de eslóganes huecos. 

Pero ese triángulo designa también los tres capítulos que componen la película. El primero se centra en el mundo de la moda y en los nuevos modelos aparecidos con las redes sociales. Aquí entra en escena Carl, modelo demasiado viejo ya a pesar de tener apenas veinte años, y Yaya, su novia influencer. 

Su relación sirve para burlarse de los modelos económicos que permiten su supervivencia, y en particular a través del prisma del género, cuando Carl le reprocha a Yaya que ella nunca pague la cuenta del restaurante, lo que se convertirá en uno de los hilos cómicos que Östlund estira todo lo que puede durante la película.

Tocado y hundido

La segunda y tercera parte amplían el campo de batalla, al ubicarse en un crucero para supermillonarios. El realizador sueco desata entonces una tempestad satírica contra la acumulación de riqueza, con un crescendo y clímax altamente escatológicos, orquestados por un oligarca ruso anticomunista y un capitán de barco marxista estadounidense. 

En el último capítulo, después de que el crucero haya naufragado, los supervivientes se encuentran en una isla desierta donde los estatus de poder se invierten de manera carnavalesca, retomando la cuestión de género planteada al inicio por Carl, dándole la vuelta.

Una sátira explosiva

Östlund lleva su sátira hasta cimas dantescas, explotando todos los recursos humorísticos, hasta los más bajos impulsos, infligiendo a sus personajes la misma violencia con la que el capitalismo tritura a la sociedad, reduciéndola a desechos. 

En su película, la profundidad no es sinónimo de sutileza, sino de intensidad de la explosión. Como un panfleto, busca la eficacia. ¿Son compatibles la sátira y el matiz? Östlund ha elegido su bando, aunque no todo se reduzca a la hipérbole, y vaya elaborando filigranas formales y continuidades temáticas subterráneas. En cualquier caso, si consideramos que la base de la sátira es la risa, aquí la cosa funciona.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la-gualdra-529

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