Estimado Rey Ernesto:
La presente va escrita contra todo lo que presupone una propuesta filosófica, ideológica, política o científica. El rollo que aquí planteo me lo reventaré en primera persona y en el más irreverente lenguaje coloquial y dentro de las más absurdas suposiciones que la ignorancia y la ingenuidad me permitan. Aunque de antemano reconozco que lo menos de que puede ser calificado este argumento es de una auténtica incoherencia, puedo decir en su defensa que no se acerca siquiera a la secuela de acciones harto peregrinas que han cometido reincidentemente nuestros últimos seis presidentes de la República, sus gabinetes y sus bandas de gobernadores desde el tristemente célebre gustavito hasta el innombrable chupacabras.
Tomaré como referencia histórica e inmediata (y no le entro más hondo ni más antes porque luego a estos cretinos les da por hacerse los ofendidos) los siete años de pactos y mentiras guajiras que nos diseñó el autonombrado emperador carlitos, mejor conocido como el orejas, en las que nos diseñó una economía ficticia, nos sobrevaluó el peso –o mantuvo una devaluación disfrazada, según quiera ver el vaso usted, señor rey- y, parafraseando al vate, crítico, filósofo y político, amén que panítico Monsieur Catón, diré ¡Háganme el refabrón cavor!, el muy cachondo nos inscribió como nación en el “Club de los Ricos”, al tiempo que nos empobrecía como personas y como país, manejando información privilegiada para favorecer a sus cuates y a sí mismo rematando los bienes de la nación y se aventó la puntada de promover y signar esa aberración llamada Tratado de Libre Comercio de Norteamérica; a más de hacer un rollo de papel higiénico usado con nuestra Carta Magna, con todo el entusiasta, decidido y descerebrado apoyo de la vacada priísta y sus acólitos (vestidos de azul, pintado de azul) en ambas cámaras, ¡cámara!; esto, sin contar con las campañas de convencimiento vía lavado de cerebro de la prensa escrita, tele y radiocomunicación, lo mismo que el besuqueo irrestricto –diría el ratón miguelito de enlamadrid- de los líderes de pacotilla que hoy representan a este pueblo de ídem.
En fin, sucede que nos preparábamos para disfrutar las “gozaditas” de 1994 cuando, nos salen estos yupies disfrazados de políticos con una tremenda batea de babas: que había que hacerle no sé qué a la banda de flotación del peso, y que los antes benefactores extranjeros (y otros que se dicen ser mexicanos, pero tienen apellidos libaneses, israelíes o alemanes, por mencionar algunos) resultaron ser unas sanguijuelas jijas y que, para ya no hacérselas más de emoción, nos dejaron como dicen que dejaron a la santísima. Luego, antes de su “exilio” (a ver cuando me puedo ir exiliado así, con chambita en Wall Street, harta propiedad local y foránea y un guardadito como de cien mil millones de dolarucos y luego poder donar mi salario a los pobres de México), el tío este se rasga melodramáticamente las vestiduras y acusa de tarugos a sus sucesores, pidiendo que así lo reconozcan ante la opinión pública (que será muy pública, pero su opinión está muy devaluada) aceptando que fueron ellos los causantes de los “horrores de diciembre” –y enero, febrero, marzo, abril, mayo and so on- y de pasadita lavarse las manos del aun espinoso asunto del asesinato del ex-delfín, como pilón. Solo faltó que le ordenara a Neto y su ¿gabinete? que corrieran a traerle unos faros al estanquillo de la esquina de la casa de doña Meche.
Total, a partir de enero, nos botaron del mapa del jet set internacional como vil elemento gacho y, como dice mi compadre Cló, nos hicimos chiquitos para poder convivir de tú a tú con ratas, cucarachas y demás sabandijas que pululan por las miasmas del subsuelo existencial. Luego, con pomposo nuevo Secretario de Hacienda, una vez tronando el tal Serra Puche, encuentran las sesudas neo soluciones a los neo problemas: la solicitud de muchos neo préstamos ante diferentes instancias de la Banca Internacional y ¡clarrrro!, neo cargarle la mano a lo que queda de pueblo de esta masa informe y sanguinolenta que es la sociedad mexicana (por cierto, Neto y Memín, luego les paso unos tips para recuperar las arcas del gobierno sin cargarle la mano a los que verdaderamente producen en México. Gratis). De lo segundo, ya vimos, nos aumentaron las tasas de interés para que los neo banqueros sigan neo mamando y aumentaron el importe del neo IVA, también con el entusiasta apoyo remachado con alegorías mímicas de fornique universal del líder de la vacada priista de la Cámara de Diputados, conocida para la posteridad como la roque señal.
Pero, en cuanto a lo primero, se aseguró un multipaquete crediticio por cerca de US $ 60,000,000,000.00 (sesenta mil millones de “doggies” –chuchos gabachos-) que debe de ser un titipuchal de lana, porque si lo dividimos entre 90,000,000 (noventa millones) de mexicanos, nos toca pagar a cada mexicano vivo -y a los zonzos también- la cantidad de US $ 666.00 (seiscientos sesenta y seis dólares más intereses), que en pesos son un montón de dinero por cabeza y para qué es más que la verdad, se ve muy agudo que cada persona y familia mexicana pueda pagar tanto dinero de este nuevo adeudo nada más porque el emperador carlos la bueyeó (y transó bien y bonito, junto con su pandilla) y el rey Ernesto confesó que “no sabía”.
Para dar paso a la presente propuesta se exponen dos inquietudes de corte y razonamiento a propósito de la campaña presidencial del neo susodicho:
La famosa frasecita del “bienestar para tu familia” nos evoca una serie de preguntas no del todo capciosas: ¿Es éste el bienestar prometido? ¿o cuál familia, o a la de quien se refería? Entre otras muchas.
La otra balandronada de “él sabe cómo hacerlo” (aquí entre la raza nos evoca aquella expresión popular de duda y estupefacción que dice ¡Vooooyy! ¿Te cae?); Si aseguraba tal aseveración con tanto énfasis ¿Por qué luego confesaría ante el New York Times que él “no sabia”? ¿entonces?
En fin, considerando los acontecimientos anteriores y las dudas que por lo mismo de ahí se derivan, se proponen las siguientes metas fundamentales: en lo económico, el alivio financiero temporal del individuo medio mexicano así como la reactivación, también temporal, de la economía nacional; en lo político, el fortalecimiento de la figura pública y mítica del Presidente de la República y en lo social, el replanteamiento de un plan nacional de desarrollo a partir de un evento magno que igualaría con similar rasero a todos los miembros del castigado pueblo mexicano. Además de las metas antes mencionadas se podrían alcanzar otros logros colaterales:
Pago de cerca del 80% de cartera vencida existente en el país.
Saneamiento de las finanzas de los bancos.
Saneamiento de las finanzas de las micro, mini y hasta medianas empresas.
Un reventón nacional inolvidable.
La realización de más del 50 % de los “sueños de mexicano” y sobre todo
El desbordamiento de un amor idolatrado hacia la persona y personalidad del presidente y la sagrada familia
Procedimiento:
Al obtener el gobierno los aproximadamente sesenta mil millones de “doggies”, estos se dividen entre noventa millones de mexicanos con lo que, como ya vimos antes, nos tocarían por cráneo, US$ 666.66 (seiscientos sesenta y seis dólares 00/100 M. G.): sólo que en este caso, en lugar de utilizarlo para abonar otras deudas o dejarlos en manos de las ratas, el gobierno tendría a bien repartir en efectivo y en moneda nacional, el equivalente a quinientos dólares (US$ 500.00) para cada mexicano vivo -y menso también- de cualquier edad, con lo que apartaría para sus arcas de reserva federal la cantidad de ciento sesenta y seis dólares por mexicano; lo que daría como resultado final global un reparto como sigue.
US$ 45,000,000.00 (Cuarenta y cinco mil millonsotes de dolarotes) para que el pueblo disponga de ellos como se le dé su regalada gana; cuidándose de que en su mayoría sea para gastos urgentes como pagos de adeudos y la adquisición de mínimos de bienestar. El reventón y el desenfreno, al final.
Los restantes US$ 15,000,000.00 (Quince mil millones de dólares) para que el gobierno llene el buche de su reserva federal (hasta pudiera hacerse perdedizo un poquitín para sus inevitables e infaltables parásitos), aparte de que se quedaría con otro poquito más por concepto de las respectivas comisiones que por el cambio de moneda extranjera a mexicano nos encajara a cada cobrante.
R E S U L T A D O S
En lo económico:
Atomizando, tendríamos que cada mexicano, dispondría de la noche a la mañana de aproximadamente $ 3,000.00 (tres mil nuevos pesotes), que en promedio significaría que cada familia de seis miembros dispondría en el instante de $ 18,000.00 (diez y ocho mil pesos) y ni que decir de aquellas familias campesinas, de barriada o indígenas de hasta doce o más miembros; ¡estaríamos hablando de treinta y seis mil o más pesotes! Y pues, ¡que mejor justicia social que ésta! Me emociona pensar en todos esos infelices y casi muertos de hambre que por generaciones han carecido de todo y de pronto ¡zas!, aunque sea por unos días vivan el sueño hecho realidad de la riqueza y lo mas importante: ¡cómo se reactivaría la economía local, regional y nacional!, tendríamos lanita para gastar por un tiempo y ya no tendríamos a los agiotistas institucionalizados chupándonos la sangre y la lana, en su lugar chuparían otra cosa, y en fin, todo este evento resultaría en ahorro al corto, mediano y hasta largo plazo y nos duraría el gusto, si nos administramos bien, hasta finales del noventa y seis en que, según los genios economistas que administran el país, se habrá superado la crisis.
En lo social:
Como nos sentiríamos igualados todos los mexicanos, desde los ricachones que viven quién sabe dónde, hasta los super pobres de la Mixteca, del Mezquital, de Lacandonia, de la Tarahumara, del Altiplano, y otros submundos antropológicos de la miseria nacional; desde los superfuncionarios y los supercapos, los firma nóminas y los levanta dedos, los trepadores, los lambiscones, los cartoneros, las ejecutivas, las secretarias, las famillas, las putitas y las putotas, ancianos, bebés, listos y listísimos, pendejos y babosísimos, argentinos, chilenos, españoles y otras lacreas foráneas nacionalizadas de currículums perdidos en el exilio de su desvergüenza, boleros, atletas, artríticos, proxenetas, gatilleros, gateros, revolucionarios, robolucionarios, chaqueteros, líderes natos, lideresas natas, líderes charros, maestros, maistros y maextros, comerciantes ambulantes, señoritas, ya no tanto, chicos de la banda, feministas y lésbicas, Premios Nobel, Hugo Sánchez, madrecitas, mamasotas, futbolistas, cementeros, lavacoches, limpiavidrios, traga fuegos, payasitos, estrellas de televisa, rambos, brozos, deportistas, columnistas, reporteros, repartidores y demás fauna; naceríamos como una sociedad igualada aunque fuera por un rato en un proyecto auténticamente solidario.
En lo Político:
Y tú, presidente de la República, ¿te imaginas? ¿a quién querríamos más que a ti (al menos hasta el próximo préstamo) ?; sacaríamos tu retrato del retrete y lo pondríamos en todos los altares domésticos del país, rodeado de veladoras. Iríamos a verte espontáneamente a tus apariciones públicas, a tus giras, sin esperar siquiera la mítica torta aceda y la infaltable Fanta caliente. Te permitiríamos sonreír y hasta reír a carcajadas siempre que lo quisieras sin sentirnos ultrajados y te dejaríamos acariciar a nuestros hijos para que éstos a su vez, te babearan su amor. Te presentaríamos a la mejor de nuestras hermanas y hasta le prestaríamos el mejor patín del diablo para que te sacara a pasear. Serías nuestro carnal consentido, el tío más amado de nuestros hijos e hijas. El Padrino de nuestros bebés y el más bienvenido de nuestros compadres. En fin, estarías en nuestras vidas como el primer presidente de la República Mexicana decente de nuestro país desde el ejercicio del Tata Lázaro (y acuérdate que eres del Poli para que no refunfuñes) y entonces ¿sabe usted, señor presidente? Aprenderíamos a tenerle respeto, dejar de hacer chistes amargamente trágicos y soeces sobre su persona y su ejercicio presidencial. Pero todo esto está a tu consideración.
Discusión
Quizás un cuidado especial a tener para llevar a cabo esta propuesta, es medirles las manos y las mañas a los enviciadores del pueblo, los lenones, los paqueros, los vendedores de estampitas, los limosneros y otras lacras sociales.
También habría que hacer caso omiso de las múltiples corrientes de opinión que tratarían de desacreditar esta propuesta, sobre todo los ricachones con su representante máximo que es el ventrílocuo Azcárraga y su muñeco Jacobín, la cúpula priista, las bandas de gobernadores, algunos representantes vivos de las fuerzas muertas y otros representantes casi muertos de las fuerzas vivas que se van a querer quedar con todo.
Y esto es para ti, cuate, a tu conciencia, a tu deseo de trascender como gente decente, honesta y lista, porque, aunque hayas superado el laberinto de la burocracia y hayas logrado sobresalir en el bluf academicista, recuerda que los doctorados solo significan que alguien perdió su tiempo en la escuelota macheteando y obedeciendo ciegamente a algún gurú sin mostrar, necesariamente, inteligencia y creatividad. Después de esto, hasta emperador te podremos coronar, ya que, a fin de cuentas, no podemos negar que fuiste mayoritariamente electo por el voto popular (a pesar de algunas trampillas y complicidades no muy edificantes), no como el julano que te antecedió, al que su derrota en las urnas y su usurpación amañada le permitió conjurar una de las mayores venganzas contra en pueblo mexicano, que mente torcida haya podido instrumentar.
Colofón:
Pues ahí está la propuesta, porque, si de cualquier manera se va a perder esa lana en las manos de unos cuantos, mejor que se pierda en pésimos pero divertidos manejos de unos todos.
Uriangato, Gto. Junio de1995.