Ciudad de México. Entre críticas del PAN y PT Morena, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, buscó sacudirse los cuestionamientos por su responsabilidad en el accidente del 12 de julio en el Paso Exprés, en el que perdieron la vida dos personas y acusó al presidente Enrique Peña Nieto y al titular de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza de apresurar la inauguración de esa obra, a sabiendas de que estaba inconclusa y presentaba problemas.
Sostuvo que el Ejecutivo federal lo citó en Los Pinos un día antes de que la obra se inaugurara, y le dijo, según su versión, que el Paso Exprés tenía que ponerse en marcha antes del inicio de Semana Santa. En esa reunión el titular de la SCT se comprometió a que en cuatro horas se solventarían los problemas de diseño y otros, y fue bajo esa condición que la obra se inauguró el pasado 5 de abril y tres meses después vino el accidente, recalcó.
“Eso es muy grave, está implicando al presidente de la República y al titular de la SCT como responsables del accidente”, le señaló el diputado de Morena, Vidal Llerenas. El senador del PT y Morena, Miguel Barbosa, le advirtió que dada la gravedad del dicho, “usted tiene la obligación de presentar denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR)”.
Barbosa le pidió incluso al presidente de la Tercera Comisión de la Permanente ante la que comparece el gobernador de Morelos, que entregue a la PGR copia de sus dichos.
De entrada, Graco insistió en que la obra la decidió el gobierno federal, que él no conocía el proyecto y que al percartarse de los defectos de la construcción, los hizo notar al titular de la SCT y al delegado de la misma, sin que le hicieran caso. Dijo que Ruíz Esparza mintió un día antes ante esa comisión, porque fue enterado de las fallas.
