Morena surge como un movimiento en el que una gran cantidad de expresiones políticas y sociales logran coincidir en torno a un mismo proyecto, el combate a la corrupción y la transformación del país, entre esa pluralidad logran colarse en un inicio personajes que se han disfrazado detrás del discurso del cambio y que sin embargo con sus hechos han demostrado pertenecer a una clase política que sumió al país en la pobreza, inseguridad y pobreza.
Entender los orígenes de morena, así como el desarrollo del mismo ya como partido político, permitirá avanzar ya sea hacia la unidad entre las diversas expresiones para expulsar a los lobos disfrazados de corderos o avanzar hacia el abismo político tras convertirse en un partido más dentro de un sistema partidista putrefacto.
Al interior de morena existen tanto los que tienen opinión a favor de la legalización de la mariguana como aquellos que están en contra, aquellos a favor del matrimonio igualitario y otros en contra, discrepancias que pueden solucionarse y encaminarse a través del debate informado, formación política y talleres que proporcionen herramientas a la militancia, sin embargo, todos estas personas con diferencias en diversos temas, han coincidido en que la corrupción es la principal causante de los males en nuestro país.
Dentro de esta pluralidad, también encontramos a quienes perciben el ejercicio político como una vía para sostener privilegios y los que rechazan todo lo que represente al sistema implantado por los gobiernos priistas y panistas, actualmente, el debate más fuerte y profundo al interior de morena radica en ello, el actual proceso electoral ha traído a flote las diferencias más marcadas al interior de morena y del proyecto de la cuarta transformación.
Quienes apuestan al dedazo, al centralismo y al triunfo a través de estas prácticas, señalan a los que exigen transparencia en los procesos de selección de candidatos como ambiciosos vulgares, palabras del mismo presidente de morena a nivel nacional Mario Delgado, pero al mismo tiempo hablan de la pluralidad que existe al interior del partido para defender el hecho de que se sumen al partido y al proyecto para la gubernatura, personajes cuya moral es inexistente y que carecen de un verdadero compromiso con la transformación del país y del estado.
Por otra parte, encontramos a quienes han sido señalados como los fundadores o los históricos, miembros del partido que apuestan a la democracia al interior del partido para arrojar a los representantes populares. La cuestión es ¿quiénes tienen razón? El pueblo de México rechazó las prácticas poco democráticas en el 2018, rechazó a los candidatos que representaban la continuidad de un sistema que generó millones de pobres, aún así lograron colarse personajes como Lilly Tellez que a la primera oportunidad terminaron por convertirse de los más fervientes “críticos” del Presidente de la República, es decir, aprovecharon la oleada en favor de López Obrador, utilizaron su discurso y terminaron por traicionarlo.
Fue una gran cantidad de casos similares, aunque no todos optaron por retirarse, otros tantos decidieron mantenerse en las filas de la transformación sosteniendo sus privilegios, caso en particular el del Congreso del Estado de Zacatecas en el que diputados de morena facturaron hasta 800 mil pesos de gasolina en 6 meses, siendo evidente el hecho de que no fue utilizado para recorrer el Estado para informar sobre el trabajo legislativo realizado.
¿Qué debe hacer morena para lograr la unidad al interior y fortalecer el proyecto de la cuarta transformación? La democracia siempre permitirá que las diversas expresiones al interior de todo movimiento, ya sea político o social, logren la unidad basada en el respeto por el que piensa y percibe la realidad de forma distinta, el debate y el intercambio de ideas, deben ser una herramienta para que las expresiones puedan equilibrar la vida al interior de un partido, sobre todo en uno tan plural como lo es morena.
La falta de democracia para elegir a los representantes populares siempre generará un choque entre las diferentes fuerzas políticas que terminará por representar el pisoteo y el olvido de las bases, justo como sucedió en otros partidos en los que las cúpulas deciden a quienes encabezarán las candidaturas y los espacios de representación. La Democracia es pues, la única vía para lograr consensos, para escuchar a las bases y la voluntad de todo un pueblo que ha sido pisoteado y abandonado durante años, un pueblo y una base con sed de ser escuchados, de decidir y de transformar al país. Quienes no logren entenderlo, nunca han entendido la lucha por la transformación del país que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador. ■
