15.1 C
Zacatecas
martes, 16 abril, 2024
spot_img

Sin título

Más Leídas

- Publicidad -

Por: FERNANDO TREJO* •

Que la venda en los ojos tenga alas.

- Publicidad -

Que el corazón vuele al pájaro del cielo.

Vuelva a nacer la vida,

que no caiga.

Este puño apretado no es un golpe,

ni siquiera es la fuerza de acariciar a mi tierra

como quien madre desliza el torso de la mano en las mejillas de la muerte.

Este puño apretado no es la voz en alto,

ni la llaga del dolor,

ni el sopor de la angustia.

No es una lámpara encendida en la habitación de Rosario,

es en cambio:

una ráfaga de “margaritas en los huesos de la niña”.

Alguien toca la puerta y habla

pero la voz es una costra silenciosa.

Avienta su penumbra y nos desgaja

en esta efervescencia del dolor y

de impotencia.

Que la venda en los ojos del pájaro

desate torbellinos, viento inmaculado,

toque de gracia en la espalda de la malignidad.

Que el corazón vuelva al pájaro del cielo

y nos remoje de razón la pus de la memoria,

nos abra el iris de los ojos,

nos sople con su fuerza la desidia.

 

Este puño que sostengo entre mi mano,

imagen aún desvencijada,

transparente lágrima,

no es una ofrenda a tu nombre,

no es una sombra desvalida,

no es la guadaña de la muerte.

 

Este puño apretado,

podría ser mi corazón

y te lo ofrezco una vez más,

“querido” Mal,

en el nombre de aquéllos que,

ahora pájaros,

navegan en lo azul del campo de la tierra.

 

Este puño apretado, late.

Y te lo ofrezco, Mal,

convido este dolor para que sientas,

para que ya no hables con tu costra silenciosa,

para que ya no bailes más en el nombre de nosotros,

para que vuelva la vida a vivir.

 

* Poeta chiapaneco. En memoria de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y a las víctimas del multihomicidio de la Narvarte.

 

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -