La Gualdra 362 / Río de palabras
Adiós cariño, si Dios quiere algún día volveremos a estar, una vez más, juntos… Bah, qué falso suena eso: “Si Dios quiere”… Si en realidad él nunca quizo que estuviéramos juntos. Fuimos un error, una fuga, algo que se le escapó a su infinita omnipotencia. Fuimos nosotros los que lo desafiamos; los que a pesar de todo y de todos nos aferramos a estar juntos; a compartir la cama, la vida y los sueños. Eso fuimos: precisamente un sueño, una pesadilla de Dios, de la cual se acaba de despertar hace poco.