Con preguntas acerca de su trayectoria artística, su vida y filmes, se celebró retrospectivo homenaje, al actor de origen jerezano José Carlos Ruiz. Además de compartir anécdotas posterior a la proyección de sus películas: Almacenados, En el último trago y Dos Crímenes, donde el artista de teatro, televisión y cine recibió felicitaciones de parte de los espectadores que se congregaron en torno a la pantalla de Cineteca Zacatecas, se informó en un boletín.
El Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la Secretaría de Cultura, el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) y Cineteca Zacatecas, con el objetivo de consolidar, difundir y crear nuevos públicos para las películas mexicanas, invitaron a la sociedad zacatecana a disfrutar de la “Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad”, en funciones gratuitas en torno a la cinematografía mexicana.
El actor nacido en Jerez, Zacatecas y radicado en la Ciudad de México, escuchó: “con muy buena voz, varonil, lucido, excelente humor, ojos pizpiretos y una notable sencillez, que solo da la experiencia de una larga vida dedicada al trabajo por el gusto de hacerlo; el artista logró una magnífica conexión con los espectadores y estableció un diálogo en los tres días de encuentro fílmico .
En una sala llena, José Carlos Ruiz dijo: “con esta cara de tal por cual que tengo, no soy guapo, de ahí que los productores me encomiendan el tipo de personajes que encaro en mis películas”.
Ahí el artista se describió, como amante del cine con una trayectoria de 60 años, destacando la importancia del cine puesto que considera que “un pueblo sin cine es como un pueblo sin alma”.
Habló de cómo los guiones de las películas a rodarse le tienen que gustar, no vivo en palacio, no viajo en jet, pero cuando me comprometo hacer algo es porque me gusta mucho y claro me he equivocado y digo por qué hice esta porquería o porque hice esto, aquello, sin embargo la entrega es total.
Manifestó: “yo no fui a la escuela, fui al cine y sigo viniendo al cine. A mi edad todavía veo un par de películas diarias me gusta más que la vida, yo de niño me fui a meter al cine para olvidar mi soledad, mi orfandad y pobreza, no fui un niño triste ni lloroso porque yo tenía el cine; yo veía una película de Jorge Negrete y salía a caballo cantando, veía a Humphrey Bogart e imaginaba que traía un cigarrillo en los labios, el sombrero y la mano empuñando una pistola, mi vida ha sido un poco como una película y entonces ahorita que estaba ahí sentado viendo la pantalla no puedo evitar sustraerme a la magia del cine conozco muy bien la historia, la he escuchado 80 mil veces pero el estar aquí viendo al hombre mutilado el paliacate que me puse, ya no estaba viéndome yo estaba viendo un personaje representado”.
A las preguntas formuladas sobre sus personajes, explicó: “me adentro a encontrar el personaje, su sicología, el todo del personaje de la obra, fantaseo mucho tratando de encontrarlo en mi estudio acompañado de música, trato de visualizarlo con imaginación y de pronto cuando creo que lo tengo además de los ensayos, la dirección, me voy a la calle le llamo <de cacería> a tatar de encontrar a una persona que pudiera parecerse al personaje que voy hacer, ya tengo la evocación entonces necesito beber de la fuente de la vida, de algo real de una persona que se parezca y cuando lo sitúo, lo centro, lo hago con emoción, es una forma de trabajar con gusto como debe ser uno con el trabajo, sin dejar de ser yo.
El público lo felicitó al igual que Gustavo Salinas Íñiguez, director del Instituto Zacatecano de Cultura, y Gaby Marcial, directora de Cineteca, quienes le invitaron a regresar más seguido a Zacatecas, su ciudad, su estado.