La Gualdra 636 / Aniversario de la Diócesis de Zacatecas / Historia
La conmemoración de 160 años de la creación de la Diócesis de Zacatecas obliga a recordar los orígenes de la tradición de la cual forma parte, de su comienzo en La Palabra que viaja, cambia, se fija y se arraiga. El impulso de este viaje ha sido siempre la trasmisión del Evangelio contenido en una variedad de textos que debieron atravesar alfabetos, idiomas y culturas diversas por medio de interpretaciones y traducciones. Una de las mayores huellas de esto es la Biblia políglota de Alcalá impresa en 1517, la cual ha sido expuesta, si bien en la reedición de ocho tomos de 1572, como parte de la conmemoración de los 160 años de la Diócesis de Zacatecas.
Esta edición de la Biblia es una joya debida a los primeros tiempos de la imprenta, en una época de crisis en la cual fermentaron diversos movimientos que buscaron renovar la espiritualidad cristiana mediante el acercamiento del Evangelio a los fieles, con comentarios y paráfrasis de los textos bíblicos, con su traducción a lenguas vernáculas, dentro de un ambiente de búsqueda y estudio de manuscritos antiguos que desafiaron a sus ejecutores tanto por la diversidad de versiones manuscritas de un mismo texto como por la multiplicidad de sentidos de la palabra evangélica misma. Protagonistas de esto fueron Erasmo y su paráfrasis del Nuevo testamento, fray Luis de León y su condena por su traducción del Cantar de los cantares, Martín Lutero y su Biblia alemana, ellos y otros más forcejearon en medio de las grandes fracturas eclesiásticas que entonces aquejaban la cristiandad.
En la recién fundada Universidad de Alcalá, el Cardenal Jiménez de Cisneros (1436-1517) reunió a un equipo de estudiosos y lingüistas para componer una obra que fijara en la imprenta la diversidad de manuscritos de la tradición bíblica; su objetivo era ofrecer a los estudiosos y traductores una fuente única y verdadera de la palabra divina. Se trata de la primera impresión completa de las Sagradas Escrituras en diferentes idiomas: el Antiguo Testamento en los volúmenes 1 a 4, en hebreo, latín y griego, además del texto en arameo del Pentateuco, el Nuevo Testamento en el volumen 5, en griego y latín más un diccionario en estos idiomas; el volumen 6 ofrece un diccionario hebreo y arameo, un listado con la interpretación de los nombres hebreos, arameos y griegos, una gramática hebrea y un índice latino.
Esta joya tipográfica contiene la primera impresión de la Biblia griega Septuaginta, de la hebrea Targum Onquelos y de la Vulgata latina de San Jerónimo en sus respectivos alfabetos originales. Impresos los 6 volúmenes en 1517, debieron esperar su distribución hasta 1522 cuando, en su camino a Italia por barco, muchos ejemplares se perdieron en un naufragio: de 600 copias, actualmente se tienen sólo 123. El ejemplar expuesto por la Diócesis de Zacatecas es una reproducción de la Políglota complutense llamada Biblia regia o Políglota de Amberes (por el patrocinio de Felipe II y por el lugar de impresión) de 1572 en 8 volúmenes, a la que se añadieron otros textos de la tradición bíblica.