La noción de género está muy presente en esta 72 edición del Festival de cine de Berlín.
Si ayer dijimos que hay una gran cantidad de películas amorosas, también hay que decir que en varias hay una discusión y unas rupturas de género.
Y no se trata sólo de hablar de cintas LGBT+ queer, sino de mostrar acercamientos diferentes a las clásicas tomas que refuerzan figuras del género tan típicas como la masculinidad y la feminidad.
Una prueba es el debate lanzado desde el documental de la cineasta Nina Menkes con su Brainwashed: Sex-Camera-Power y la cinta Rimini de Ulrich Seidl: la primera con el tema de la objetización de la mujer, y el segundo con el macho masculino y la sexualidad en personas de más de 60 o 70 años. De estas películas hablaremos posteriormente.
Por lo pronto, decir que este 16 de febrero se darán a conocer los ganadores de un festival acortado por el Covid.