El feminismo es por naturaleza incómodo, y si no está incomodando, entonces no es feminismo. Las posturas de las mujeres de la LXV legislatura que votaron para que Zacatecas continuara penalizando el aborto, no representan ninguna ala del feminismo, y como el feminismo es o no es, no hay cabida para medias tintas, ni espacio en los contingentes para quién camina sonriendo (no marcha) el #8M, pero desde su privilegiado curul, le pega a las mujeres que le protegen en su andar.
Los principios partidistas son comprensibles, pero no al punto de ir contra los derechos humanos de las mujeres; y sí, hay que decirlo así, porque mientras no haya igualdad real entre hombres y mujeres, sí hay que hacer ahínco en que las mujeres tienen ciertas condiciones sociales en desventaja que les impide vivir el cúmulo de derechos humanos con plenitud.
En Zacatecas, aunque ganó la despenalización del aborto, no ha ganado el pleno derecho de las mujeres a acceder libremente, gratuitamente y de forma segura a la interrupción del embarazo. Es decir, no hay, al día de hoy, ninguna sala, ala, área o espacio en los hospitales públicos que dependen de los servicios de salud del estado, habilitado para dar este servicio en forma integral, porque no sólo se pugna por la parte médica, sino por el acompañamiento de trabajo social, de psicología clínica y de medicina familiar mínimamente para tomar decisiones responsables y sobre todo, informadas.
Si bien, las voces de hombres y mujeres de las curules de derecha se alzaron por el «no», tampoco pudieron dar el debate a la altura de sus representados. Esto indica una escasez muy puntual en la argumentación a nivel filosófico -particularmente- de la bancada y de las que hicieron uso de la voz de la bancada blanquiazul. Pero no todo es miel sobre hojuelas… tampoco en «la izquierda» (que poco tiene de izquierda), hubo un razonamiento profundo: se agradecieron participaciones valiosas donde se defendió como se pudo la iniciativa, pero también se entendió, que el voto extendido será una característica de esta legislatura donde Morena tiene la mayoría.
Si la presidenta del país dice una cosa, así se hará, y si dice otra cosa también se hará, y si calla sobre un asunto, el silencio reinará. La agenda legislativa de este congreso con mayoría guinda, hará con punto y coma, lo que ordene la doctora. Bueno será que se siga impulsando la agenda feminista, aun cuando la presidenta no se pronuncie, porque para eso Zacatecas es libre y soberano. Bueno será que se volteé a ver las violencias que viven las mujeres día a día. Así como bueno será, que algún valiente de los treinta que cobran dieta en el congreso, tenga a bien solicitar rendición de cuentas y remoción de cargos sobre el aún incógnito #8M 2024.
Finalmente, bueno sería, que los de la 4T no sólo se organicen para celebrar los primeros cien días de la presidenta en el zócalo de la CDMX, sino que aquí se instalara un gabinete paritario, se cortaran las cabezas burócratas de más de un comando y la secretaría de las mujeres deje de ser un mueble gris y arrumbado en ciudad administrativa, porque cuentas pendientes hay, y todas se pagarán en algún momento, incluso a precios muy altos.