■ Se encargan de llevar la denuncia social; lamentable, que discurso de protesta siga vigente
■ Integrantes dan clases de música a niños, como responsabilidad de la agrupación, dicen
La música que producen Los Folkloristas la califican sus integrantes como música viva. Lo importante de esto no es proyectar o difundir algo en específico, sino denunciar el contexto social que envuelve a esta manifestación cultural, señaló Sergio Ordoñez, quien se encarga de las voces en el grupo.
Señala que la agrupación ha tenido una responsabilidad histórica, pues se han encargado de llevar la denuncia social en sus presentaciones y conciertos, los cuales dice, no quedan estériles del compromiso político.
“Después de tantos años de llevar esta etiqueta de protesta es lamentable que el discurso siga vigente. Es triste y me molesta, que tengamos que seguir cantando sobre esto, porque el panorama sigue igual”, expresó Ordoñez.
Según el músico, México tiene una gran deuda con sus pueblos indígenas y es necesario, que la sociedad esté consciente de ello, pues de eso depende no perder la conciencia histórica, la cual debe rescatarse.
Mientras el proyecto se mantenga tendrá esa característica, pues los músicos consideran que se debe reflexionar sobre los errores que se han cometido en el país, aprender de ellos y no volver a cometerlos.
Por su parte, Enrique Hernández, quien toca el arpa en el grupo, comenta que para Los Folkloristas no es permisible mantener una actitud de mexican curious en cada lugar en el que se presentan.
Deben dar el lugar a su gente y denunciar, a través de su música, la situación de pobreza, de marginación y de miseria en la que viven muchos pueblos indígenas en México, y que no han sido valorados por su gente.
El músico considera que el grupo, como parte de su trabajo, debe darles voz, como forma de agradecimiento al compartir con los demás mexicanos su sabiduría, a pesar de vivir entre la pobreza.
Opinó que en el territorio nacional, pareciera que existen dos países completamente distintos. Uno en el que los políticos presumen de haber estudiado en escuelas y universidades en el extranjero.
Y otro muy alejado a la realidad que vive la clase alta en México, pues si los políticos y funcionarios públicos se acercarán al menos a una comunidad indígena, se darían cuenta de la diferencia de valores que manejan. Los indígenas en México han demostrado que tienen valores como el amor a su comunidad y a su prójimo.
En este sentido, los músicos han dado clases de música a niños, como parte de la responsabilidad que tiene el grupo. Los menores han sido parte fundamental en sus conciertos, incluso algunos suben a tocar y a cantar con ellos.
José Ávila, quien toca las cuerdas y alientos, cuenta que el grupo se conformó en el año de 1966 como un grupo de amigos que se reunían a tocar. La intención era interpretar temas de música mexicana y de Latinoamérica.
Al inicio del proyecto, comenzaron a integrarse cerca de 22 músicos, y en una presentación llegaban a tocar hasta 18 personas. En el año de 1972 se conformó por siete integrantes, aunque a la fecha ya han pasado cerca de 49 folkloristas.
Hace 50 años decidieron que el grupo debía salir de las casas de los amigos, donde acostumbraban tocar. Ávila recuerda que el primer concierto del grupo fue en el Centro Cultural Tabasco. Recuerda que quien los llevó a tocar a este espacio fue Paco Ignacio Taibo I. “Hemos tocado en parques, teatros, en Bellas Artes hasta una colonia popular y eso ha sido característico del grupo”.
Comentó que el centro de Bellas Artes en la Ciudad de México, abrió sus puertas por primera ocasión al folclor en el año de 1973 con la presentación de tres artistas que fueron Los Folkloristas, Mercedes Sosa y Oscar Chávez.
Destaca que también han mostrado su arte en otros países, siendo bien recibida su propuesta, y han viajado a países de América, Europa y Asia. Además de que han participado en conciertos con la Orquesta Sinfónica de Chicago y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Los Folkloristas fundaron La Peña de los Folkloristas en el año de 1970, la cual era una escuela en la que se daban clases de música, donde dieron clase René Villanueva, cofundador del grupo, Gerardo Tamez, Héctor Sánchez, entre otros. Cada sábado se hacía una sesión musical con algún artista.
Entre estos artistas, se encontraban algunos que ahora se han convertido en celebridades, que eran Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa, Víctor Jara, Gabino Palomares. “Esa Peña fue maravillosa, entre el público se podía observar a gente como Manuel Serrat. Era algo único y fue la primera peña en México”, recuerdó José.
Diego Ávila, quien toca cuerdas y percusiones, expone que el Internet ha causado que muchos grupos se fijen en la raíz y en su identidad. Actualmente grupos jóvenes buscan rescatar el son jarocho, la música andina con fusiones interesantes.
Enrique Hernández, otro integrante, comenta que a lo largo de su trayectoria han logrado reunir más de 300 instrumentos musicales de cuerda, alientos, y percusiones. La mayoría los han obtenido de diferentes países de Latinoamérica.
“La cultura es la mejor arma que tenemos para defender nuestras raíces. En la música te abre un panorama de lo que existe y a dónde puedes voltear. Hay falta de apoyo de parte del ámbito masivo, pero existe mucha propuesta como nunca antes y seguir intentando que esto se conozca”, dijo el músico.
Los Folkloristas se presentaron con el Coro Pro-Música, la Misa Criolla del compositor argentino Ariel Ramírez y se encargaron del arreglo vocal de Tierra Mestiza, obra que el compositor, guitarrista y co-fundador de la agrupación, Gerardo Tamez, les dedicara en 1976. Actualmente sus integrantes son Diego Ávila, José Ávila, Sergio Ordoñez, Enrique Hernández y Omar Valdez.
