La comunidad internacional ha recrudecido una nueva andanada de críticas en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, su estancia en Francia ante la crisis de seguridad y credibilidad de las instituciones se ha cuestionado desde las tribunas informativas más importantes del planeta. Los cuestionamientos al sistema de gobierno mexicano no han parado en los principales medios internacionales y nacionales a partir del suceso de la fuga de quien fuera en 2014 el enemigo público número uno y, el hombre más buscado del planeta, después de la muerte del líder de Al Qaeda; Osama Bin Laden.
La fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán de la prisión de “máxima seguridad” del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, ha destapado nuevamente la caja de pandora que asocia al gobierno actual con el calificativo de corrupto. El escándalo trascendió a nivel internacional y es ya otro duro golpe para el Ejecutivo Nacional, quien no logra sortear un escándalo cuando tiene otro en puerta.
A mediados de febrero del año 2014 la revista Time consideraba a Peña Nieto como un hombre “reformista” con un futuro prometedor en la política nacional e internacional, sin embargo, el derrumbe de la figura icónica e intachable del Presidente de México en su romance con los medios internacionales comienza a partir del escándalo del posible fusilamiento y ejecución extrajudicial en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, como forma de control y sitio militar a la zona de “Tierra Caliente” donde la Comisión de Derechos Humanos habla de 15 personas fusiladas en una bodega a las afueras de la población.
La desaparición de 43 normalistas estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, en el mes de septiembre, detonó una serie de movilizaciones sociales, principalmente estudiantes que exigían la renuncia del Presidente de la República y que ponían en tela de juicio el respeto de los derechos humanos en México, a lo cual, los medios internacionales y nacionales respondieron con duras críticas hacia el Ejecutivo y el gabinete de gobierno, a partir de allí, protestas públicas de ciudadanos mexicanos en los principales foros internacionales comenzaron a aparecer en la escena política cotidiana, al grado de llegar hasta la misma sede de la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega en diciembre de 2014.
Los reflectores internacionales no se desviaron de México, mientras que las “Reformas Estructurales” continuaban siendo el principal eje del gobierno actual.
La aparición de la propiedad de la “Casa Blanca” una lujosa residencia valuada en 80 millones de pesos, continuó con los escándalos de corrupción a nivel internacional a finales del 2014.
La cancelación de la licitación del tren rápido México-Querétaro, un negocio de 43 mil millones de pesos, evidenció el nivel de corrupción entre el estado y los capitales privados para la asignación de obras públicas, principalmente con la empresa HIGA, vinculada sospechosamente con la construcción de la “Casa Blanca” y evidenciada nuevamente con la casa de Luis Videgaray, Secretario de Hacienda y Crédito Público. Todo un teatro se hizo a partir de la aparición de la propiedad de Lomas de Chapultepec, donde hasta la Primera Dama se vio involucrada en videos de declaración patrimonial pública. Empero, los escándalos no pararon.
La paralización de Guadalajara el primero de mayo de 2015, el derribo de un helicóptero del ejército en Jalisco, la muerte de policías, enfrentamientos en Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Estado de México, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, cientos de muertos, un proceso electoral federal con alto riesgo de violencia, crisis económica, desempleo, agudización de la pobreza, reformas paralizadas, caída internacional del precio del petróleo, el escándalo de Korenfeld y el helicóptero, las movilizaciones magisteriales, las dudas sobre la prevalencia del estado de derecho en México y los continuos viajes con la realeza empapados de protestas multitudinarias de mexicanos y afines a donde quiera que llega el Presidente de la República donde se exhibe un enorme descontento social, son los precedentes a este último escándalo que empieza ya a repercutir con ecos encumbrados de las más altas esferas del poder internacional.
La fuga de El Chapo Guzmán es otro clavo en el ataúd de la encumbrada figura del Presidente de la República, donde su derrumbe no es producto de la casualidad y las malas intenciones.
Nos leemos la próxima semana con otra crítica desde la economía. ■
