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jueves, 28 marzo, 2024
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Necesita teatro Fernando Calderón el pago de cuotas para su mantenimiento: Campuzano

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Por: ALMA RÍOS •

■ Requiere al menos de un millón y medio de pesos; sus ingresos son de 200 mil pesos

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■ Buscan la divulgación del reglamento para el uso y la vigilancia del recinto cultural

La dirección del teatro Fernando Calderón se encuentra en medio de una etapa de convencimiento acerca de la necesidad que tiene este espacio de recuperar cuotas por su uso, dirigida a la sociedad zacatecana, las instancias gubernamentales y aún las unidades académicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas que lo utilizan como escenario de sus eventos académicos, culturales, políticos y sociales; pero también, acerca del respeto a su reglamento por parte de los usuarios.

Se estima que  cada año, tan sólo para su mantenimiento se requiere al menos un millón y medio de pesos. Sin embargo, aunque planteado como un espacio que debe ser autosuficiente, sus ingresos promedio por conceptos de pago de renta y cobro de cuotas, referidos a cada uno de los dos últimos años, 2011 y 2012, han sido de apenas 200 mil pesos. Mismo lapso en el que anualmente se han realizado 340 eventos, de los cuales 60 por ciento no fueron organizados por la UAZ.

“El teatro tiene un uso muy fuerte, se presta mucho, se condona, la UAZ es muy generosa y además es un teatro que se considera que es de los zacatecanos”, comenta su director, Alfonso Campuzano Cardona.

El teatro Fernando Calderón “es un recinto cultural no lucrativo, aquí la UAZ no busca obtener ganancias pero lo que sí requiere son recursos para su mantenimiento”, cosa que se complica porque “hay mucha parte de la sociedad zacatecana que sabe usar el teatro y que nos ayuda a conservarlo, pero tenemos una parte de zacatecanos que desafortunadamente no tienen educación para usarlo”.

Cuando se renta el teatro o se les facilita para algún evento se les entrega el reglamento a fin de que los usuarios lo conozcan con anticipación a su uso, pero comenta su director, “hay mucha gente que no lo respet
a”.
Si no se permiten bebidas y alimentos en la sala principal, “no falta quien se las ingenie para meter su café, papitas, palomitas, fritangas, su torta, y nos ha costado bastante tratar de hacerle ver a la gente esto, nos llueven insultos al por mayor”, dice.

El recinto universitario también se  ha visto afectado por el influyentismo con el que muchas veces se ha manejado su administración al dispensar el pago de las cuotas, en razón de las relaciones de quienes pretenden ocuparlo y que ha afectado también cuando la gente que cree que debe tener privilegios sobre otros usuarios no admite que se le impida el acceso cuando el recinto se encuentra lleno, aún cuando llegue tarde.

El aforo del Calderón es de 500 personas, eventos como la presentación de la familia Aguilar o el concierto de Oscar Chávez han generado dificultades al respecto.

Ante este panorama y con la idea de que el teatro Fernando Calderón se conserve pero también su dirección tenga la capacidad de convertirse en generadora y gestora de proyectos culturales y académicos, insertos en la políticas que para este efecto debiera impulsar por su medio la Máxima Casa de Estudios en el estado, se requiere convencer a la gente, dice Campuzano Cardona, de que coopere con este recinto y ayude a cuidarlo.

Esto último también forma parte de una insistente política de su administración, mediante la divulgación del reglamento para el uso de sus espacios y la vigilancia del apego al mismo, dirigida a los usuarios.
Internamente, comentó,  ha habido reuniones con  los directores de las unidades académicas, previas a la temporada de graduaciones, mismas que han resultado satisfactorias.

“Les explicamos que no es una cuestión de que cobremos por cobrar sino que hay una necesidad real  de obtener recursos para el mantenimiento del teatro. La  UAZ es muy noble, en los directores de las unidades académicas se ha ido forjando una cultura de apoyo. Cuando vienen instancias externas lo hacemos igual, nos dicen, -oiga es que queremos el teatro prestado, venimos de tal institución, pues les explicamos -mire se lo vamos a prestar pero lo mejor que le puede ocurrir al teatro es que nos dé una cuota”.

Después de concluida, hace aproximadamente tres meses y medio, la última etapa de la restauración integral y equipamiento de este teatro centenario iniciada en 2009 que involucró alrededor de 50 millones de pesos, se pretende para finales del este año o principios de 2014 plantear ante el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) un nuevo proyecto de restauración estimado mínimamente entre los 8 y 10 millones de pesos, mismo que también prevé gestiones ante la Comisión de Cultura de la Legislatura local por parte de la Unidad de Construcción de la Universidad Autónoma de Zacatec
as.
El proyecto incluye el reemplazo de la cantera de su fachada, puertas y barandales de madera en interiores, los patios y el acondicionamiento en la galera, de un espacio multidisciplinario que integraría un museo y galería dedicado en parte a la historia del propio teatro Fernando Calderón para el que se cuenta con gran cantidad de fotografías, pero en el que también podrían ubicarse exposiciones artísticas temporales.

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