Desde este pasado lunes, integrantes de la Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas ha llevado a cabo una protesta pacífica frente al Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) para rechazar las reformas al reglamento interior de la banda, publicadas el pasado 7 de diciembre. Los miembros de la agrupación han expresado su inconformidad con los cambios que, según ellos, atentan contra sus derechos laborales y humanos adquiridos a lo largo de años de servicio, afectando a músicos con hasta tres décadas de trayectoria en la banda.
Cabe la pena enfatizar que esta reforma fue implementada apenas unos meses después de la destitución de Salvador García Ortega como director artístico de la Banda. Posteriormente, el Gobierno del Estado, a través del periódico oficial, publicó una convocatoria para cubrir 56 plazas de músicos ejecutantes, así como para nombrar a un nuevo director.
Todo esto bajo el contexto de las demandas planteadas por los integrantes de la Banda en busca de mejores condiciones laborales, entre ellas un aumento salarial. En este sentido, los miembros de la Banda expresaron que no han recibido los bonos correspondientes y, lamentablemente, no han experimentado un incremento salarial en los últimos años.
La modificación al reglamento ha generado un sentimiento de indefensión entre los miembros de la Banda, ya que los coloca en una situación en la que deben competir por puestos que ya forman parte de su estabilidad laboral. “Pues básicamente nos deja a los compañeros en un estado de indefensión porque es incongruente que vayan a concursar por un puesto que ya tienen, es una situación de un movimiento macabro de este que se dice que gobierna el estado de Zacatecas porque a final de cuentas quiere callar esas voces que exigen un trato digno para los trabajadores de la banda sinfónica del estado”, explicó un integrante del Sindicato independiente de trabajadores del estado de Zacatecas.
La reforma, expresaron, no solo afecta sus condiciones laborales, sino que también tiene un impacto negativo en sus derechos humanos. Entre las preocupaciones planteadas, se destaca la afectación a la estabilidad de las familias de los trabajadores, así como a los derechos laborales de las mujeres que forman parte de la Banda, quienes consideran que las reformas carecen de una perspectiva de género adecuada.
La Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas, una institución con 94 años de historia, ha sido un pilar cultural de la entidad y un referente a nivel nacional e internacional. A lo largo de su trayectoria, ha representado al estado en importantes eventos, como conciertos en Bellas Artes, el Auditorio Nacional y en diversos países. En 2015, la Banda fue reconocida como patrimonio cultural material del estado, lo que implica que el gobierno tiene la responsabilidad de salvaguardar no solo los edificios, sino también a los seres humanos que componen esta valiosa institución.
Los músicos de la Banda consideran que el nuevo reglamento, al poner a concurso los puestos ya establecidos, contradice el principio de estabilidad laboral que se les había garantizado. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre, especialmente porque los trabajadores no fueron informados de manera oportuna sobre los cambios en el reglamento.
La falta de comunicación por parte de las autoridades del Instituto Zacatecano de Cultura ha intensificado la desconfianza y el malestar entre los músicos, quienes, desde hace meses, no han sido convocados a eventos y conciertos, situación que consideran como una forma de castigo por exigir sus derechos laborales.
La protesta, que se lleva a cabo de manera pacífica, busca no solo visibilizar la inconformidad de los trabajadores, sino también abrir un espacio de diálogo con las autoridades para encontrar una solución. La principal demanda es la derogación de la reforma al reglamento y la preservación de los derechos laborales de los músicos, quienes exigen ser tratados con el mismo respeto y dignidad que otros trabajadores del gobierno estatal.
A pesar de las dificultades, los miembros de la Banda Sinfónica han expresado su disposición a recurrir a la vía legal, si fuera necesario, para defender sus derechos, lo que incluye la posibilidad de presentar un amparo contra la reforma. No obstante, han subrayado que su objetivo principal es iniciar un diálogo con Ma. de Jesús Muñoz Reyes, titular del Instituto Zacatecano de Cultura.