México, DF. El gobierno federal está acostumbrado a disfrazar las investigaciones para ganar tiempo a fin de empantanar y desarticular los movimientos sociales, advirtió Omar García, estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
“Los padres de familia y nosotros no estamos dispuestos a recibir más montajes ni supuestas verdades históricas”, dijo ante el anuncio de la titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez, de que realizarán un nuevo peritaje en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Al asistir a la presentación del disco De vuelta a casa, Ayotzinapa somos todos, el estudiante dijo que con los resultados del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes “se demuestra que hubo una coordinación entre las fuerzas públicas. Significa que estaban protegiendo algo. Hay una colusión demasiado grande entre el crimen organizado y las autoridades.
“Ahora vienen representantes de la OEA. Dijeron que hacen suyo el informe de este grupo de especialistas, ¿por qué no lo hicieron desde antes, por qué que no desde un principio exigieron al Estado mexicano que asumiera la investigación de que hubo un quinto autobús? Nosotros, desde la octava jornada por Ayotzinapa denunciamos que las autoridades no tomaban en cuenta nuestras declaraciones, entre ellas la existencia de este quinto autobús, además de la participación del Ejército y no las tomaron en cuenta porque están encubriendo algo, muchos funcionarios que armaron este montaje tendrán que ir a la cárcel el algún momento”.
Agregó que este fin de semana llevarán acabo una asamblea en la normal rural de Ayotzinapa para definir acciones que llevarán a cabo el próximo 26 de septiembre, cuando se cumple un año de la búsqueda de los 43 alumnos, la cual incluirá una marcha en la ciudad de México.
Por su parte, Diego Morales, del colectivo Pedro y el lobo, comentó que Ayotzinapa es una tragedia como tantas otras que no se puede ni se debe olvidar. “Debemos dejar la comodidad del olvido y hacer un justo homenaje a la memoria. Ayotzinapa volvió a despertar a nuestra sociedad aletargada, y hoy el 43 dejó de ser un número primo para volverse un símbolo que representa a todas las desapariciones forzadas, asesinatos y violencia de parte del Estado; tanto en nuestro país como en otras geografías”.
Añadió que es el medio para catalizar el enojo y las demandas de artistas y sociedad, “para entender de forma inteligente nuestras subjetividades y diferencias”. Este disco representa la música por si misma: un síncopa que acentúa nuestra indignación, pero también nuestro cariño y sensibilidad para con los familiares, y aun si ésta se describe en forma de silencio, no es porque no estemos presentes, sino porque estamos haciendo un contratiempo, es decir, tratando de encontrar otro tiempo posible para dibujar un mundo distinto, un movimiento continuo hacia la acción y no hacia la pasividad”.
Comentó que todo el dinero recaudado de la venta del disco De vuelta a casa irá directamente y sin intermediarios a una cuenta de los familiares y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos.
