Concluido el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta Claudia Sheinbaum ha mostrado desde sus primeras palabras, que la política en materia de energía pasará a su segunda etapa para buscar la soberanía energética de forma sustentable.
En su discurso en el zócalo capitalino, enumeró las 100 acciones de su sexenio. Dentro de estas acciones destacó el continuar con el fortalecimiento de PEMEX y la CFE como las empresas primordiales del sector y con la clara rectoría del estado.
En el caso de PEMEX, hizo entrever que su fin quedará limitado al mercado interno e incluso, planteo un par de acciones que claramente muestran su interés por comenzar un cambio en el comportamiento de consumo de productos energéticos.
Primero, mencionó que se revisaran las normas oficiales mexicanas (NOM) para que los vehículos comercializados en el país, sean con mejores eficiencias energéticas para disminuir la demanda de combustibles fósiles y evitar la necesidad de expandir la capacidad de PEMEX o verse en determinado punto en la necesidad de volver a importar combustibles.
Otras dos acciones mencionadas por la presidenta, son el desarrollo de la industria del litio con tecnología mexicana. Hay que recordar que el litio es actualmente una pieza fundamental para el desarrollo de baterías eléctricas necesarias en la producción de vehículos eléctricos. La segunda acción, es el desarrollo de un vehículo eléctrico que sea más accesible que los actuales. El Olinia, sería el encargado de democratizar la electromovilidad buscando reducir el consumo de gasolina y ayudando de esta forma a depender menos de los derivados del petróleo.
Dentro del sector eléctrico, se mencionó que la CFE mantendría por lo menos el 54% de la generación de electricidad y que para el año 2030 un 40% del total de la capacidad instalada del mercado eléctrico mexicano, tendría que provenir de las energías renovables.
De concretarse estas acciones, una de las mayores críticas al gobierno del expresidente AMLO por parte de los ambientalistas, que era la falta de impulso a las alternativas energéticas comenzará a desvanecerse, y era algo previsible dada la formación académica y científica de la presidenta Sheinbaum.
La eficiencia energética y el impulso a las energías renovables, serán las políticas en materia energética que estarán muy presentes en el plan de desarrollo del actual gobierno, dando por iniciado el periodo de la transición energética. Será un proceso largo, que no terminará al finalizar el sexenio, y que seguramente será impulsado en forma conjunta con el sector privado.
Hay un tema en particular que creo hace falta impulsar y que no fue mencionado por la presidenta y es el de la producción del llamado hidrógeno verde, un vector energético y un insumo fundamental para muchas industrias. Para muchos expertos del sector, es un compuesto necesario para alcanzar una verdadera transición energética y del cual estaré hablando en una siguiente entrega.