■ La afectada dice que fue agredida físicamente y remitida a los separos
■ Señala que ya denunció el caso ante la PGJE y Derechos Humanos
Jazmín del Carmen Acosta, originaria del municipio de Calera, denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, así como ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), que fue lesionada por elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de la capital, después de haber tenido un malentendido con una empleada de la tienda comercial Aurrera, ubicada en la avenida 5 Señores, el pasado primero de noviembre, alrededor de las 16 horas.
La mujer relató que todo inició cuando una empleada del supermercado observó a su hijo de 4 años, abriendo una golosina para comerla, y posteriormente le dijo que tendría que pagar ese producto en caja, a lo que le respondió que no habría problema y continuó haciendo sus compras sin prestar más atención a la trabajadora.
Acto seguido, expuso, la empleada le asestó una bofetada, se hicieron de palabras y empujones, y el personal del supermercado llamó a la Policía Municipal de Zacatecas. A los agentes se les permitió la entrada, y a empellones la sacaron semidesnuda y esposada, así como a sus 3 hijos de 4, 7 y 11 años, quienes observaron la acción, agregó.
A ella la subieron a una camioneta, no en la caja de la parte de atrás, sino en el asiento trasero, donde una mujer policía iba golpeándola en la cabeza y el rostro, asevera. A sus hijos también los subieron a otra camioneta para trasladarlos a las oficinas de la corporación.
Ahí, dice, le quitaron su teléfono celular y borraron el momento en que sus hijos grabaron cuando la sacaron del centro comercial. También desde su dispositivo móvil llamaron a su esposo para extorsionarlo y pedirle 3 mil 800 pesos por dejarla en libertad, aseguró.
Carmen Acosta señaló que ahí le dieron una pastilla sin decirle qué medicamento era, lo que le produjo convulsiones. Los oficiales, al verla en mal estado, sacaron de su bolso 350 pesos para cubrir la multa y la sacaron a la calle.
Dijo que los días siguientes tuvo que ser ayudada por sus hijos y esposo, pues no podía mantener el equilibrio por los golpes recibidos, y en ocasiones perdía la memoria. Le realizaron estudios médicos en un consultorio privado y resultó con lesiones en la cabeza y otras partes del cuerpo, que tardan más de 15 días en sanar.
Su esposo ha dejado de trabajar una semana entera debido a esta situación, además de contratar el servicio de un abogado para que se analice su caso, así como ha tenido que hacer gastos extras para alimentación, transporte y gasolina.
Los afectados demandarán a la tienda comercial por la agresión de la empleada hacia un cliente, además a quien resulte responsable de las lesiones provocadas a Jazmín.
