■ Visita poeta la entidad, para presentar su más reciente trabajo, Alemania por tren
■ El Estado de Derecho y la institucionalidad sólo serán recuperados por los jóvenes, considera
“Lo mío han sido el arte, la artesanía y la poesía, aunque debo admitir que si en algún momento creí que la poesía era un agente de cambio y de conciencia…ya no estoy tan convencido de eso. Entonces el arte sirve para advertir, para señalar, para criticar y para mostrar lo bello pero…yo no sé…”, expuso William Agudelo.
El poeta, nacido en Colombia en 1942, agregó no obstante, que dejar a la poesía y al arte también como simplemente divertimentos, “no es justo”. Agudelo estuvo ayer en Zacatecas para presentar la edición que preparó la Dirección de Desarrollo Social y Cultura Municipal del Ayuntamiento de San Luis Potosí, de su obra Alemania por tren.
El volumen de poemas alude a sus frecuentes y muchas visitas y estancias en el país europeo, al que fue enviado también por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Son esas instantáneas de la experiencia en Alemania, un tren que va es la poesía. Se para en estaciones con recuerdos y sigue. Puede ser que se engruese que haya una edición aumentada”, adelantó sobre el libro al que se refirió como un material non santo.
Alemania por tren captura en esencia recuerdos de juventud, dijo, “de manera concisa y clara y lo más precisa posible, que para mí son virtudes de la buena poesía”.
Lo suyo reitera son “las actividades mansas”, las que aprendió al lado del poeta revolucionario Ernesto Cardenal, en aquel ejercicio de convivencia comunitaria que se expresó en Solentiname.
“Cardenal y la revolución sandinista son parte de la esencia de su vida.” Describe este último acontecimiento como un proceso inclusivo, donde un pueblo se sumó con un único propósito: el de derribar la dictadura somocista “y empezar un nuevo estado de cosas”.
El saldo a lo sumo fue la muerte de jóvenes que aún buscaban, dice, “defender una revolución que iba siendo ya indefendible”. La caída del FSLN ante la Unión Nacional Opositora con Violeta Barrios al frente, era explicable, observa.
A la corrupción interna se sumaron los embates del gobierno norteamericano, que perpetró “crímenes terribles, de matar niños, destruir escuelitas, centros de salud. Todo lo que iba prefigurándose como intentos de mejorar la vida”.
“Ha habido mucho oposición porque toda la venta del país es signada por la codicia y tenemos ahora una dinastía encima. Yo no sé cuándo va a caer como todas caen, como Ceausescu o Mussolini, como cayeron todos los que se encumbraron para sangrar su país y manejarlo como una hacienda”.
Las similitudes de casos entre los pueblos latinoamericanos, donde los más jóvenes son los que ofrecen la sangre vaciada a fuerza de consolidarse grupos de poder corruptos, alude al caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Guerrero.
El Estado de Derecho y la institucionalidad sólo serán recuperadas por los jóvenes, considera. “Los viejos políticos ya son irredentos, no van a cambiar, dice, y pondera una única salida para los países y su juventud: “ni la violencia, que ya sabemos que por ahí no es, sino la educación”.
William Agudelo encuentra razones de esperanza en los gobiernos sudamericanos, nombra especialmente al uruguayo, “ojalá continuara ese esfuerzo y esa puntería”. Advierte sin embargo, que existen dudas respecto al populismo, porque señala, “también hay mucho bla, bla, bla y poco efecto”, en algunos casos.
En esta etapa de su vida se prepara a escribir un libro de poemas que se llamará, «algo así como El arte de morir”, y del que espera le permita “ver ese acontecimiento con la serenidad necesaria”.
