El proyecto busca “reapropiarse del territorio, proponer alternativa al espacio que se habita”
Proponen vivir “como quieren hacerlo y compartir e intercambiar sus experiencias”
Los talleres de compostaje y huertos urbanos que se realizarán en próximos días de abril y en que confluyen diversos colectivos y personas, forman parte de un proyecto mayor que busca reapropiarse del territorio, proponer una alternativa a la visión política y cultura hegemónicas sobre el espacio que se habita y en el que se convive; que coexista con ellas, pero que genere eso, una opción distinta de vivirlo.
Con un ejemplo que califica de oscuro pero ilustrativo, Francisco González explica el caso de la apropiación del territorio que hace el crimen organizado y que comienza generando espacios de influencia en su caso a través de la violencia, de tal manera que se llega a la realidad de que tales municipios “pertenecen” a “x” cartel.
“Pero para el cartel no son municipios, son su zona de influencia, su territorio, están inaugurando nuevos territorios. ¿Por qué no podemos nosotros inaugurar territorios de esperanza?”.
Si el Estado tampoco nos dará definitivamente la felicidad, algo que es imposible, y no lo hará el crimen organizado o los agentes de la CIA infiltrados en México que también tienen controles territoriales, reflexiona, “¿por qué no crear nosotros nuestros territorios con las formas precisas a nuestras necesidades y esperanzas?”.
Redefinir el territorio, una
forma de apropiación
Francisco González señala que en política siempre se habla de valores y fines de forma abstracta, entre ellos el ejercicio del poder mismo, pero esto se liga en la realidad a lo que ocurre en un espacio territorial concreto pues es allí donde se aterrizan estos discursos abstractos.
“Nosotros estamos intentando redefinir qué es territorio desde lo académico hasta lo práctico (…) en realidad creemos que cuando vamos en la misma banqueta por la que pasa desde una autoridad hasta un empresario, nosotros la estamos viviendo de otra manera”.
A modo de acercamiento al ejercicio de esta redefinición del territorio que han estado construyendo la cooperativa Lxs de Abajo y La Esquina, Centro Cultural, entre otros, allega estos elementos: El territorio es aquel campo “donde priva el cuidado; que es susceptible de plasmarse en un mapa; que casi siempre nos define fisiológicamente; que sustenta la producción de bienes y servicios; que tiene determinadas reglas comunes siempre consensuadas por sus miembros, en búsqueda de limitar una materialización de poder no controlable por su población”.
Agrega que el territorio “responde a nuestras inquietudes y necesidades, reta nuestras capacidades, ilumina nuestros pensamientos y estimula nuestra imaginación, acercándonos según las vivencias de cada persona, de cada asociación o cada comunidad que lo forma, a la consecución de una espacio más sano para nosotros mismos, para la naturaleza y para los seres que nos rodean”.
Es también “empático a los requerimientos y saberes del sexo, del género, de la edad y de las culturas a través del tiempo; y nos alienta a crear un mejor presente y a proyectar un devenir más libre y justo para las próximas generaciones”.
Fundar territorios y alianzas
La propuesta es entonces un reclamo del aquí y el ahora por parte de estos grupos de personas e individuos, del ejercicio de vivir como quieren hacerlo y de compartir e intercambiar con otros sus experiencias. “¿Por qué no hacer alianzas con ‘otros territorios’ que también digan, a mí me interesa hacer eso, aunque sea en espacios chiquitos? Las sociedades nuevas nacen en el seno de las viejas”, observa.
El aterrizaje de este planteamiento que también acota, está en permanente revisión, se realizará en principio en espacios físicos con actividades mediante las que constituirán un polígono de influencia para desde allí inaugurar “un territorio nuevo asentado en la esperanza y el cuidado” personal y colectivo.
“Es lo que nosotros vemos como única posibilidad para materializar una vida en paz”.
Se trabajará en principio en la cooperativa Lxs de Abajo que se ubica en la avenida Juárez del Centro Histórico de Zacatecas; La esquina, Centro Cultural, que se abrirá pronto en la colonia El Paraíso de Guadalupe, Zacatecas, y otro espacio que se llamará El Árbol, este localizado en Gavilanes.
Los talleres
“Estamos invitando a las personas a formar parte de esos espacios, a generar el polígono y dentro de esos espacios es donde entran los talleres”, los más próximos a realizarse que serán sobre huertos urbanos y compostaje, pero en realidad que abordarán en lo sucesivo todo tipo de conocimientos “desde lo político, lo filosófico, lo científico”.
Es, dice Francisco González, “un territorio autónomo dentro de otro territorio, porque también nosotros decidimos, no podemos irnos al cerro, no sabemos cómo hacerlo, no podemos salirnos de la urbanidad no sabríamos que hacer allá, tenemos que dar una respuesta dentro de la ciudad a un problema”.
Tampoco es posible eximirse del contexto económico y social, pero agrega, “estamos intentando producir, comercializar” desde, o a través de cooperativas, mercados nido, bancos de tiempo, uso del trueque, como sucede en los países nórdicos, utilizar formas de intercambio y producción que conviven y aun trasciendan al mercado capitalista.
“Conviven por ejemplo con tiendas departamentales a las que les venden y compran productos y servicios pero que entre ellas ya se encontraba un nuevo modelo económico”.
Lo cercano por venir dentro de esta lógica que integra también la cultura de la sostenibilidad y autogestión, es un Curso de huertos urbanos que impartirá la bióloga Montserrath Mena, a realizarse del 8 al 10 de abril de 4 a 7 de la tarde en calle Niños Héroes número 55 en la colonia El Paraíso de Guadalupe, Zacatecas.
Los temas que se abordarán serán, qué es un huerto urbano; compostas; interacciones en el huerto; fases lunares, diseño de huertos, manejo integral de plagas y enfermedades; plantas medicinales, aromáticas y comestibles.
Uno de los ejercicios será generar “una farmacia viviente” planteada desde los malestares de salud que más nos aquejan, por ejemplo, los problemas del estómago, dolores de cabeza, exceso de estrés.
El huerto se dividirá “como si fuera el cuerpo: pulmones, estómago, cabeza, hígado, riñón, las extremidades, y se sembrarán plantas ya conocidas por su efectividad en la herbolaria”.
Es un taller muy completo, dijo, que tendrá un costo de 350 pesos, que incluye las semillas.
Y el domingo 21 de abril a las 12 horas, Daniel “Tetro” impartirá un Taller de compostaje casero en espacios urbanos que permitirá entre otras cosas, producir “un material que nutre la tierra” a partir de desechos orgánicos caseros reduciendo con ello a la mitad el volumen de la basura doméstica.
El curso en el que también se aprenderá a hacer el compostero o se podrá adquirir ya hecho, tendrá un costo de 120 pesos y se llevará a cabo en La Esquina, Centro Cultural (Calle Niños Héroes 55, colonia El Paraíso, de Guadalupe, Zacatecas. WhatsApp 331 2528378).
