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martes, 23 abril, 2024
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Zacatecas: ¿oportunidad para una “ruptura democrática” municipal? 3/3

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Por: RICARDO BERMEO • admin-zenda • Admin •

La guerra en curso es compleja y la amistad en ella siempre está en peligro, necesitamos encontrarnos y renovar alianzas más que nunca

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Con el reciente fallo del Tribunal, se entra a la fase preelectoral. La candidatura ciudadana, encabezada por Emilia Pesci, y una planilla plural y diversa, habrá de realizar sus tareas. Lo principal, considero, es que el proyecto ha sido asumido con una pasión por los asuntos comunes compartida por todas y todos, y que en tanto tal, será capaz si la lucidez no falta, y no faltará, de contagiar a muchos ciudadanos y ciudadanas, asegurándole al proyecto una andadura más allá del corto ciclo electoral, y de una cerrada visión estadocéntrica.

Los problemas “logísticos” se multiplican: las firmas, el programa, la estrategia de comunicación, visitar todos los barrios y colonias, la obtención de los recursos económicos, más allá del minúsculo presupuesto que otorgará el IEEZ, etc., etc.

Todas esas actividades, que conlleva el construir una “maquinaria electoral” -la mínima necesaria, con todos sus apremios, pueden limitar la potencia de la creación política de que el Cabildo Ciudadano es capaz, donde todo depende del colectivo nucleado en torno a este proyecto, que debe construir/descubrir/inventar/crear desde sí mismo, lo esencial… “de lo que piensa, de lo que quiere hacer, y de cómo quiere y debe hacerlo.”

Preguntémonos ¿Cómo engendrar las nuevas significaciones sociales, y cómo asumirnos como sus “portadores provisionales”? Qué forma -y qué contenidos- se deberán dar a esa creación política, para que se convierta en un nuevo orden de sentido, y en nuevas instituciones, que nos permitan proporcionar a los individuos (a nosotros mismos) herramientas para aflojar y liberarnos de las cadenas que nos mantienen prisioneros al clientelismo, al consumismo, al enriquecimiento por el enriquecimiento, a la ciega búsqueda –y ejercicio- del poder por el poder mismo, al miedo, a la justificación y/o al empleo de una violencia homicida, que ha convertido a México en un campo de guerra: desaparición de personas, crímenes… esa cadena sin fin de atrocidades –impunidad y corrupción- que han destruido la trama de los afectos -y de la voluntad- para convertirnos en una verdadera comunidad, cuya mira debería estar puesta –efectivamente- en la construcción “desde abajo” del bien común.

Retomando y forzando (excesivamente) este texto, resumiré a dos autores: El primero, Castoriadis, ayuda a recordar una distinción importante, especialmente si se tiene una capacidad limitada de incidencia. No está en las manos del colectivo –o de los colectivos-, asegurar -al 100%- el apoyo de amplios sectores sociales en estas elecciones. Lo que sí está en manos del colectivo –en plural- es el de intentar convencer razonablemente a la mayor cantidad posible de aquellas personas que en Zacatecas, “piensan aproximadamente en la [misma] dirección del marco trazado por nuestra discusión, por la problemática que nos interesa (poco importa que las respuestas varíen)”… para articularse en red y avanzar juntos -paso a paso- hacia la convergencia de una plataforma política, -coalición social, (o X)- que sea democráticamente ejemplar, y esto por una razón no siempre bien asimilada… “imponer la autonomía, por medios heterónomos, es un absurdo total, un circulo cuadrado” (Castoriadis).

El segundo autor, aunque no coincidan sus filosofías, es Antonio Negri… quien en una reciente reflexión sobre la organización, en lugar de plantear “un estrafalario ¿Qué hacer?”, prefiere “despejar” el bloqueo ejercido por el fantasma de la “unificación”, del ser Uno.

Para ello analiza la relación entre el sujeto y lo común, y las relaciones entre los procesos organizativos horizontales (ej: las formas democráticas asamblearias que han logrado una difusiva continuidad), y sus articulaciones con la verticalización (de la potencia) en los modos de ejercer el poder efectivo.

Negri propone -entre otras cosas-, reflejar/respetar la forma de lo existente (investigar/investigar/investigar). Y anticiparla, en el orden del dispositivo. Lo que a su juicio implica dar forma a las instituciones del común. Solamente así “hacer organización” significará  “hacer movimiento” (y viceversa).

Si hacer organización es hacer movimiento para Negri, “en los primeros acordes se reconocerán lo que es realmente falso y los proyectos fallidos de las direcciones políticas separadas de los movimientos y profesionalizadas fuera de los proyectos políticos basados en las luchas sociales”. Negri señala que del liderazgo es mejor ni hablar ya, es “un cebo ofrecido a la destructiva mecánica de sus armas desde los medios de comunicación a la cárcel”. Reconoce, no obstante, la necesidad de unas estructuras de dirección, señalando que éstas no pueden ser más que “portadoras de las tácticas, estructuras temporales en los momentos agudos del movimiento.”

Elucidar éstas –y otras- orientaciones teóricas, y, sobre todo, las prácticas municipalistas concretas en que encarnan, seguramente contribuiría a que el proyecto del Cabildo Ciudadano, en su multiplicidad se fortaleza como movimiento y sea capaz de implementar una nueva forma de hacer política. ■

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