■ Busca empresa zacatecana crear un producto turístico vinculado a las leyendas del estado
Desde este fin de semana, la empresa zacatecana Cerveza Chacuaco, abrirá su taller a los interesados en conocer el procedimiento de elaboración de cervezas artesanales. Inicialmente se ofrecerá esta actividad a la que se acompañará de una degustación, de jueves a sábado, de 18 a 21 horas.
El proyecto busca enfocarse en el mercado turístico y se vinculará a los recorridos que basándose en los relatos de leyendas, comparten parte de la tradición minera de Zacatecas, dijo Alberto Martínez Ávila, microempresario.
En principio, será por invitación como se integren los grupos de turistas, pero también espera tener convocatoria en el sector estudiantil y académico vinculado a las áreas de ciencias químicas, gastronomía, ingeniería industrial, administración de empresas e incluso agronomía, esto último en tanto que los insumos básicos para la elaboración de la cerveza involucran plantas como el lúpulo, cebada y trigo.
“Estamos hablando de procesos industriales, químicos y físicos que intervienen en la elaboración de la cerveza. Todo esto creemos que debería ser muy interesante para un turista o un estudiante conocer a donde se hace”, dijo.
Cerveza Chacuaco, término que alude a la también denominada “tronera”, estructura mediante la cual eran expulsados los gases y humaredas procedentes de la producción minera, nació hace dos años y medio “por una casualidad”, comentó.
Luego de que alguien le solicitara trasladar desde los Estados Unidos unos tanques utilizables para la fabricación de cerveza que no pudieron venderse localmente, los propuso para este efecto en la Internet y se dio cuenta de la demanda de insumos para este mercado.
“De ahí sale la oportunidad de comercializar desde malta, lúpulos y levadura para hacer cerveza, hasta algunos equipos: mangueras, ollas, etc.”
Luego de seis meses inició sus propias pruebas para hacer cerveza artesanal. Fue, dice, un proceso de aprendizaje largo, que en su caso se extendió aún más, porque Alberto es originalmente contador, así que tardó, bromea, en convertirse en “ingeniero químico”.
La primera receta obtenida, misma que se ha convertido en su marca estrella, Piedra Negra, justo cumple este febrero su segundo aniversario de creación. Alude, como todos los nombres de los productos de Chacuaco, a referentes mineros.
En este caso, a la leyenda que habla sobre una misteriosa piedra que, descubierta por dos mineros, produce una serie de desgracias que involucran amores desafortunados e incluso asesinatos, misma que se según se cuenta, es la roca oscura que se encuentra incrustada en la pared trasera de la Catedral de Zacatecas, a donde fue ubicada para evitar más problemas.
El producto zacatecano es una variante de cerveza negra de cinco grados de alcohol que en sus tonos va del café al chocolate y presenta sabores muy tostados y una maltosidad o cremosidad por arriba de la que ofrecen las marcas comerciales de cervezas oscuras.
Uno de sus estilos, el de trigo con miel, expone, es una cerveza de 4.5 grados de alcohol con un ligero sabor al grano y una terminación en el paladar edulcorada, es además aromática a miel.
Para el caso de la cerveza negra amarga de estilo Ipa o India pale ale es una cerveza muy oscura, “más bien negra” y amarga con 6.5 grados de alcohol.
Los cerveceros, explica, atienden a la denominada Internacional Bitterness Unit o Unidad Internacional de Amargor –IBU-.
“Y nuestra Ipa anda sobre un 40. En términos burdos podemos decir que es cuatro veces más amarga que una cerveza comercial. Mientras que hay estilos de Ipa que podrían tener de 60 a70 niveles de amargor, la de nosotros está en un rango medio, pero sí es muy amarga”.
De manera más reciente y en conjunción con su esposa, Alberto Martínez Ávila ha introducido las cervezas Mala Noche.
En esta ocasión el nombre alude a la historia de un minero español que, desesperado por su desgracia económica, transita por una amarga noche en la que incluso piensa en el suicidio, del que es salvado cuando le informan sus trabajadores del descubrimiento en sus propiedades de una rica veta de plata.
“Las Mala Noche son cervezas poco amargas y son más ligeras y con menos cuerpo”. Generar este tipo de cervezas, comenta, es más difícil que aquellas con alta maltosidad.
En estas variantes produce una versión oscura, otra cristalina y una más, ligeramente dulce. Esta última hecha de maltas Viena, “que son cervezas un poquito dulces con saborcitos a pan, a granos”.
Cerveza Chacuaco se ubica en la calle Urízar 401 en el Centro Histórico de Zacatecas. Alberto Martínez, joven empresario de 34 años, agregó, lo que quieren mostrar con el acceso a su taller, es que para hacer una cerveza artesanal se requieren luego de su fabricación, que no es necesariamente sencilla, 15 días de fermentación.
Tienen que transcurrir además, entre ocho a nueve días para el proceso de carbonatación que se realiza en la botella, y un periodo más para la maduración.
“Para sacar una cerveza tenemos que generar un proceso que dura entre un mes y mes y medio. Son productos meramente artesanales. No manejamos ninguna máquina que diga ´prender y apagar´. Todo es a mano, todo cien por ciento manual”.
En este momento sus cervezas se distribuyen en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, Fresnillo y un punto de venta en Aguascalientes, en poco más de una veintena de establecimientos, entre bares, restaurantes e incluso, una tienda de botanas.
La empresa también surte insumos a otras microempresas cerveceras artesanales y a quienes las fabrican como un pasatiempo, dijo.
