- El Mirador de Heródoto
Inicia el mes de junio de este 2014, un mes esperado por muchos zacatecanos, sobre todo por aquéllos que participan en algún evento relacionado con la conmemoración del Centenario de la Batalla de Zacatecas, también conocida como La Toma de Zacatecas, tan importante en la historia de nuestro país y particularmente en nuestro estado.
Sin embargo, deseo poner de relieve que en ocasiones nos concentramos tanto en los aspectos de vivir el presente, el hoy y ahora, que olvidamos que el tiempo pasa y que precisamente por este descuido, muy probablemente después de unos días, al pasar el 23 de junio, regresaremos a las labores y actividades rutinarias. Nos desconectamos con demasiada facilidad de las responsabilidades, sobre todo las que representan el reconocimiento de los que están a nuestro lado o los que ya partieron. Como individuos y como sociedad debemos ahondar en la cultura de la agenda y tener presente las efemérides y las fechas que representan nuestra identidad, que nos fortalecen como seres humanos cultos y con trascendencia.
En ese sentido, retomando que en este mes de junio conmemoraremos el Centenario de la Batalla de Zacatecas, deseo coadyuvar, desde esta modesta columna y con el apoyo de los lectores; administrativos, colaboradores o participantes en cualquier institución, medio de difusión, centro, grupo social o ciudadano común, a fortalecer y fortalecernos en la Cultura del Reconocimiento.
Lo anterior recordando que aparte de la conmemoración mencionada, junio es el mes en que nació y murió Ramón López Velarde; mes en que se emite la convocatoria anual del Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde por la UAZ, promovido por José de Jesús Sampedro y razón por la cual los ojos de los poetas y la cultura nacional están atentos a lo que sucede en nuestro estado. Por ello me uno a la nominación de que, en la cultura, junio es el mes de Zacatecas.
Sin olvidarnos de la alta significancia que representa vivir la experiencia de la conmemoración de un centenario, que no es un centenario cualquiera, es nada más y nada menos que el primer Centenario de la Toma de Zacatecas, a partir de esta edición conmemoraremos la nominación de junio como el mes del poeta en Zacatecas con una pregunta reflexiva sobre el Bardo jerezano: ¿Qué es lo esencial que todo zacatecano debiera conocer sobre Ramón López Velarde? ¿Qué sobre su biografía osus obras, o la influencia de éstas en la literatura y la Cultura Latinoamericanas? Esto lo haremosa través de ésta y las siguientes cuatro publicaciones de El Mirador de Heródoto, a saber: La primera: Semblanza del poeta; Segunda: El poeta y el contexto de su inmersión en la revolución; Tercera: Influencia de López Velarde en personajes de la literatura nacional e internacional; Cuarta: El pensamiento de los zacatecanos: los intelectuales, políticos, poetas docentes y público en general, en relación a lo que les representa López Velarde y la Quinta: Cronología y obra de nuestro poeta jerezano, solicitando la posibilidad de que se publique en su totalidad La Suave Patria. Iniciemos.
Semblanza
José Ramón Modesto López Velarde y Berumen nació el 15 de junio de 1888 en Jerez, Zac. Su infancia -hasta los doce años- la pasa en Jerez donde asiste a la escuela “de las Cervantes”. En octubre de 1900 su padre lo lleva al Seminario Conciliar de Zacatecas donde se destaca como estudiante. Posteriormente realiza estudios en el Seminario Conciliar de Santa María de Guadalupe (Aguascalientes, Ags.). La preparatoria la hace en el Instituto de Ciencias de Aguascalientes. Dice José Luis Martínez que entre 1902 y 1905 Ramón leía, en contextos familiares y amistosos, sus primeros versos a Josefa de los Ríos cuando su hermano Jesús y él iban de vacaciones a Jerez. En 1905 escribe A un imposible, considerado el poema más antiguo que de él se conoce. En 1908 ingresa, para realizar estudios de Jurisprudencia, en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí y, en 1911 recibe el título de abogado. Finalmente, en 1914 (año de la Batalla de Zacatecas) se traslada a la capital del país donde, a la una y veinte minutos de la madrugada del 19 de junio de 1921, fallece asfixiado por la neumonía y la pleuresía.
Ramón López Velarde, también llamado el Bardo Jerezano, es considerado el poeta mexicano por antonomasia. Con el reconocimiento a su originalísimo talento, proclamamos que universalizó a la raza y a la poesía mexicanas, gracias a sus secretos de selección y a sus purezas estéticas. La Suave Patria, fechada el 24 de abril de 1921, es una de sus grandes creaciones, en sus estrofas describe al México que le tocó vivir.
¡Que nuestras conmemoraciones no se queden en las fechas correspondientes, sino que se traduzcan en la forja de nuestra identidad con la acción de la memoria histórica cotidiana!
Así se ve el mundo desde el Mirador de Heródoto. ■
*Cronista de la UAZ
