Señalaron que el problema se originó porque algunas delegaciones y hospitales no tomaron las previsiones para contar con reservas en sus inventarios en almacenes y farmacias, mientras empezaba la distribución de los insumos correspondientes a 2017.
El desabasto de medicinas se reporta en todo el país, afirmó Luis Adrián Quiroz, secretario general de la organización civil Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS (Dvvimss), principalmente con el medicamento Emtricitabina (marca comercial Trubada), el cual es la base del tratamiento antirretroviral de la mayoría de las personas seropositivas a VIH.
El activista recordó que suspender las terapias implica un riesgo de deterioro en su salud porque el virus es capaz de generar resistencia a los fármacos. La situación resulta incomprensible para los usuarios de los servicios médicos porque hace unos días, los directivos del IMSS informaron sobre los resultados de la compra consolidada, lo que incluye a los productos de patente que únicamente se pueden comprar con el laboratorio que desarrolló la molécula.
En el caso de los tratamientos para la hemofilia, los enfermos han resentido la carencia de factor VIII de coagulación desde el mes de noviembre. El IMSS indicó que esta semana se empezó a regularizar la distribución del producto, indispensable para el control de hemorragias en estos pacientes. Lo mismo ha ocurrido con las medicinas para el cáncer, aseguró.
Aunque el instituto dispuso que de los hospitales donde había disponibilidad de medicinas antirretrovirales se enviaran a donde hacía falta, la medida resultó insuficiente. En el Centro Médico Nacional La Raza el inventario se agotó hace varias semanas, al igual que en la delegación sur de la Ciudad de México, Jalisco, Chiapas, Chihuahua, Durango y estado de México, entre otros, de acuerdo con la denuncia.