En el afán de aumentar la competitividad, algunas empresas ensayan modelos que han demostrado su eficacia en diferentes clases de organizaciones del mundo que constituyen ejemplos a seguir a juzgar por su crecimiento, por su capacidad de innovación, por sus altos niveles de rentabilidad o cualquier otra característica soñada para la propia empresa.
Pese a esa buena intención y en ese afán de actualizarse para adoptar las mejores prácticas globales ahora al alcance de cualquiera a través de los modernos medios de que disfrutamos, algunos empresarios terminan “infoxicados”. Es decir, queriendo adoptar todo lo bueno que se revela en éxito de las empresas mejor referenciadas.
Resulta que al cabo de varios intentos fallidos, se va generando la incredulidad alimentada por el peso de la herencia de una cultura empresarial francamente sostenible sólo en las charlas donde se coincide en que los factores externos y principalmente el lamentable papel del gobierno, impiden el éxito al que se aspira.
A lo largo de más de 20 años de investigación, nos hemos convencido de que todas las empresas poseen de manera natural, la capacidad para llegar a ser organizaciones en las que cooperen personas estimuladas por sus sueños y orgullosas de sus asombrosos logros, y eso me recuerda un hermoso poema que aprendí del iniciador del coaching de negocios.
En el silencio de mi reflexión, percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante, pero también pletórica de posibilidades. Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo.
En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, cayendo en tierra fértil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos para poder dar lo que tienen para dar.
Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos. Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el momento de germinar, echar raíces y darse a la luz, morir como semillas… para convertirse en árboles. Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior; que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla.
Ellos, los sueños, indican el camino con símbolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.
Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relámpagos de lucidez cegadora. Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos… Y, un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños, se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.
Nada hay que temer… Una sabiduría interior las acompaña… Porque cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol.
Amigo empresario, que no nos agobie la incertidumbre que llegó para quedarse intensificando su demanda de creatividad para superarla, que no nos devore el torbellino de emergencias que requiere de nuevos métodos para mejorar la gestión, que no nos desaliente la carga creciente de impuestos que estimulan la capacidad de encontrar estrategias más audaces para compensar sus efectos.
Vayamos a lo esencial, revisemos nuestras creencias. Reforcémoslas y construyamos una nueva versión de nuestra empresa, disfrutando sus desafíos y gozando los logros. Hagamos mejora continua con base en técnicas basadas en esos principios esenciales que son de aplicación universal; como KAIZEN.
KAIZEN es una forma sistematizada de hacer mejoras con una aplicación gradual y ordenada, que requiere voluntad, talento, experiencia y creatividad de los colaboradores, antes que inversión de dinero, que se lleva a cabo cuando; se deben cumplir requisitos. se tienen problemas de calidad, se propone eficientar los procesos, se intentan bajar los costos de operación, se quiere disminuir los tiempos de respuesta, se desea aprovechar mejor la capacidad instalada o se hace indispensable elevar la competitividad organizacional.
KAIZEN se basa en la aplicación de herramientas como; 5 S’s que ya hemos compartido en esta columna, KAMBAN que es el uso de tarjetas para el control de materiales en proceso. CERO DEFECTOS con base en el control estadístico de procesos. JUSTO A TIEMPO que pretende eliminar la ociosidad de materiales y por lo tanto sus costos de inmovilización. CTC (control total de la calidad) que involucra a todas las áreas y MPT (mantenimiento productivo total) que también requiere de la participación de todo el personal.
Con el uso de estas herramientas entre otras, muchas empresas han demostrado que pueden conectarse con clientes globales, ya que forma parte de la comunicación básica de las empresas más desarrolladas y sostenible. Como se ve, no hay obstáculo que no se pueda enfrentar, saltar o rodear si hay sólida voluntad y conocimiento útil aplicado.
Para implementar con eficacia de las herramientas comentadas, dirigirse a:
492-544-4502
