Seudónimo: Maximiliano Quimichi
Residencia: Guadalupe, Zacatecas, México
Andaba la Muerte sentada muy tranquila,
viendo al mundo, decidiendo a quien importunar.
Lo único que observó fue pura vanidad,
que ésta no creyó que fuese verdad.
Tramaba cosas malas para toda la nación,
que para avisarles mandó a la luna a ocultar el sol.
Los mexicanos, muy confiados, no le dieron importancia,
y así continuaron éstos, despreocupados en abundancia.
La Muerte muy seria, triste y enojada,
abrió los cielos y la tierra, desatando la maldad.
Muertes y desastres vino a provocar.
Ahora sí, muy preocupada estaba la sociedad.
Muchos dejaron lo que estaban haciendo,
para ayudar y mostrar, ahora sí, su bondad
-Todos contribuyen a lo que está pasando-, dijo entre risas.
-Sólo por esta lección que yo, la Muerte, les mando-.
Sosegada estaba y al mismo tiempo observando,
mandándoles uno que otro desastre cada cuando.
Mientras la escoria y la impotencia se desataban,
los gobernantes y el pueblo una vez más desacordaban.
Como si no tuviéramos bastantes problemas ya,
Trump sigue demostrando su actitud de inmoralidad.
El presidente, cómo no, sigue haciendo su numerito de payaso.
¿Pensará que lo respetamos?, ciertamente, ése no es el caso.
En el caso de Peña Nieto, al país sigue robando;
llenó de violencia al país y de sangre lo ha manchado.
Asumiendo que él está del lado bueno del bando,
va ocultando cuerpos como si nada hubiera pasado.
Los de abajo eran los únicos realmente interesados
en acabar lo más pronto con todo lo que está pasando.
-Bruta a más no poder, Calaca-, exclamaban los viejos.
¿Por qué no te llevas mejor a esos dos mensos?
Aunque la mayoría de lo acontecido sea de índole natural,
el cómo lo enfrentamos está enteramente en nuestras manos.
Es momento que unamos nuestras fuerzas como hermanos,
que esto será parte de nuestro legado.
México se sobrepone a cualquier derrumbe,
aunque provoquen grandes daños y pesadumbre.
Hoy celebramos, como los antiguos aztecas, la partida de nuestros hermanos;
una fiesta en su honor ofrecemos, que nunca serán olvidados.
Con cuerpo de cantera y corazón de plata,
Zacatecas hoy con regocijo se levanta.
La cultura forma un fuerte lazo generacional,
la celebración de los Muertos acaba de comenzar.
(-Tonto narrador, eres un cliché gastado-, pensaba la Muerte.
-¿Cómo esperas que te tomen en serio si escribes como un chairo?
-Eso es lo que aún ignoras, obviamente, Muerte-, pronunció calmado
-Los actos vandálicos no están de mi lado).
