QUERIDO SEÑOR PRESIDENTE
Estuve pensando un momento
qué versos poder inventar,
pues se acerca el Día de Muertos
y siempre hay una historia que contar.
Viviendo en un país devastado
por tanta inseguridad,
yo creo que ya se imaginarán
a quién mis coplas voy a dedicar.
Querido señor Presidente,
es usted mi inspiración,
ya que algunos actos recientes
han indignado a la nación.
Tengo una amiga huesuda
que es una gran artista,
y sin huesos se quedó
al verlo en una revista.
Dizque salvando al país
de una terrible muerte,
pues aún estamos vivos
para su mala suerte.
Querido señor Presidente,
tenemos un hueco en el corazón,
porque su bola de achichincles
a unos jóvenes mandó al panteón.
Yo le recomendaría
que se dé una vuelta por Guerrero;
si no sale bien peinado,
seguro cae directo en un agujero.
Pero la muerte, como es muy lista,
si en su tumba lo llega a ver,
estoy completamente segura
de que de ahí lo va a correr.
Si todos los muertos están
dos metros bajo tierra,
y usted llega a gobernar,
el panteón solo se queda
Prefieren salir de sus tumbas
que tenerlo de compañero,
pues salió tan ignorante
que a los muertos les da miedo.
Me despido tristemente
del huesudo mandatario;
le quedó grande el paquete
y más gente muere a diario.
Tengo la firme esperanza
de que el cambio va a llegar
cuando la calaca le jale las patas
a todo el que haga el mal.
Autora: Georgina Becerra Escobedo
