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martes, 19 marzo, 2024
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■ En sus inicios se consideraba que corría riesgos “la maternidad”

El futbol femenil, uno de los deportes más amados del país, pero que se ha estigmatizado

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Por: KAREN GARCÍA •

En los inicios del futbol femenil en México, se consideraba que corría en riesgo la esencia de la mujer, “la maternidad”, sin embargo, a pesar de la lucha contra los estereotipos, violencia económica y patriarcal, así como el problema de la estructura social y educativa, las mujeres han sobresalido en un deporte que se pensaba que sólo era para hombres.  

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Como parte del quinto Coloquio de Investigaciones sobre Mujeres y Perspectiva de Género y el sexto Encuentro Internacional de Investigación de Género, se realizó la conferencia magistral titulada “El Futbol Femenil en México, las Batallas Pendientes”, por parte de la doctora Xóchitl Andrea Sen Santos, donde expuso la historia y los antecedentes de uno de los deportes más amados del país, pero que se ha estigmatizado: el futbol femenil.

Fue en aquel lejano 1970 cuando la Selección Femenil de Futbol de México participó en el primer mundial de la especialidad en Italia, donde finalizaron en la tercera posición, lo que causó gran revuelo de la sociedad mexicana. 

Sin embargo, a pesar del gran triunfo, la Federación Mexicana de Futbol dijo que no al futbol femenil, pues Isaac Soria Terrazas manifestó que “el fútbol es un deporte inadecuado para que lo practiquen las mujeres porque, aunque se dice que el hacer deporte es para crear una mente y un cuerpo sanos, no va con el sexo femenino”. 

Desde entonces, su presencia en la prensa era constante. Días antes de disputar la final ante Dinamarca, las mexicanas exigieron un pago por su trabajo; si no recibían del presidente del comité organizador, Jaime de Haro, 2 millones de pesos, no acudirían al partido. 

La lucha pasó factura al futbol femenil, recordó Sen Santos, pues a partir de 1972 desapareció progresivamente de la prensa, pero no dejaron de jugar. Aunque a las mujeres les resultaba difícil encontrar estadios, hubo muchas ligas, pero al igual que sucedió con los campeonatos mundiales, no tuvieron reconocimiento oficial.

La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), que aún no incluía al futbol femenil en sus reglamentos, prohibió en 1971 a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) organizar torneos con jugadoras. “La FMF”, se asegura en Futbolera, amenazó con multar a los clubes con 25 mil pesos si permitían que los equipos femeninos practicaran o jugaran en sus canchas”. Tuvieron que pasar veinte años para que se celebrara, en China, la primera Copa Mundial de Fútbol Femenino de la FIFA, en la que ganó Estados Unidos.

Violencia económica

En México, los sueldos de las futbolistas son un secreto bien guardado. Un tuit del periodista Vladimir García coronó a Katty Martínez, del América, como la jugadora mejor pagada de la liga femenina, con 130 mil pesos (6 mil 500 dólares) mensuales.

El jugador más valioso de la Liga MX es Florian Thauvin, extremo derecho de Tigres, que según el portal Fichajes.com, cobra un salario de 468 mil dólares mensuales.

Este tipo de prácticas discriminatorias incurren en una violencia de tipo económico, precisó la exponente, ya que “a menudo (estas brechas salariales) ni siquiera se perciben como una problemática que vulneran los derechos de las mujeres”.

Señaló que el futbol femenil en México cuenta con bajos salarios, pésimas condiciones para el entrenamiento y los partidos, en aspectos como la alimentación, traslado, hidratación, uniformes, calzado, prejuicios sociales, acoso, poca cobertura, discursos sesgados y estereotipados centrados en la polémica o mitos como: “El futbol femenil no vende” y la vulneración de derechos humanos.

Destacó que el futbol femenil en México sí ofrece grandes ganancias. Con esa acotación sólo queda una posible respuesta y es la falta de interés de las autoridades deportivas, así como por las empresas.

“Si bien el solo hecho de tener un trato justo entre hombres y mujeres debería empujar a las empresas a integrar políticas de equidad de género, las especialistas señalan que además es rentable en términos económicos. En ese sentido, el futbol mexicano, sus autoridades, clubes deportivos, y marcas, tienen un área de oportunidad enorme para integrar una responsabilidad social real a este sector que continúa siendo vulnerable”, finalizó.

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