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martes, 23 abril, 2024
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La hipersensibilidad de los nuevos tiempos

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Por: MANUEL ESPARTACO GÓMEZ GARCÍA •

Todos los derechos, para todas las personas.

Si me pidieran que me definiera, lo haría diciendo que me considero un liberal con valores. Sé que los valores van intrínsecos al hombre bueno de Rousseau, pero yo hago énfasis porque hoy más que nunca, creo que los valores o más bien, la falta de ellos, son parte fundamental de la crisis que vive México.

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¿Cuál crisis?

Bueno, simplemente la crisis… rubro por rubro, pero se ejemplifica mejor en la de seguridad, porque es ahí donde caen los jóvenes como carne de cañón, cuando su refugio o su hogar alberga a una familia disfuncional que por diferentes factores no inculcó valores en él o los jóvenes y hoy tenemos como resultado, que esté México sea el gran exterminador de su propia juventud.  Pero además liberal, porque creo firmemente en los derechos para todas las personas en el espectro más amplio, como por ejemplo el matrimonio igualitario, la interrupción del embarazo tutelada por el Estado y visto como un problema de salud Pública, la legalización de la mariguana si hubiese a la par una campaña de información y un esquema integral de recuperación del adicto y por supuesto, muchos más. Creer firmemente en esto es haber subido al siguiente peldaño de conciencia y saberse moralmente obligado a respetar a cualquiera, siempre.

El anterior preámbulo me da la pauta para dejar clara mi condición y mi definición como liberal. Sin embargo, puedo observar que la sociedad actual ha modificado su forma, por ejemplo, ha normalizado la violencia, pero se ha vuelto sumamente hipersensible con casi todos los temas que a debate estén o que puedan o vulneren las libertades. Pero no confundamos, no podemos justificar la violencia física, que está catalogada como la violencia más agresiva, para juzgar una broma de mal gusto o una actitud nada empática. Si ese fuera el camino, entonces en la calle, cada 5 metros podíamos observar o incluso ser parte de una pelea con otra persona, hasta porque nos vio feo. La hipersensibilidad a este grado, nos vuelve a un estado de salvajismo, de ley del talión del caos, vaya.

Hay un término despectivo, no me gusta y es para describir a una generación de jóvenes que han crecido en crisis permanente, con pandemia y con mucha tecnología en la palma de su mano, por lo tanto son jóvenes informados y críticos, a veces aún sin mucho criterio. Les llaman “generación de cristal” y les llaman así por su poca tolerancia a lo que ante sus ojos son injusticias, injusticias de cualquier índole, desde un mal trato a su persona o hasta una acción que contamine el planeta. A ellos los menciono para darles aquí todo mi reconocimiento, son ustedes una generación que se ha gestado bajo las condiciones más difíciles en el país por décadas, son en realidad un ejemplo de resiliencia y no es a ustedes a quienes me refiero (por lo menos no a todas y todos) con mi idea de la hipersensibilidad.

La hipersensibilidad a la que me refiero no es hacia quien piensa y discierne, por el contrario, mi idea y crítica es hacia quienes se sienten agredidos, son solidarios selectivos –es decir- si son de mi familia o género aunque sus acciones no estén bien, he de defenderlos al punto de justificar la violencia.

El recién premiado con el Oscar, Will Smith, reaccionó de manera primero extraña (porque se reía y disfrutó la broma) y luego agresiva, violenta, vaya, sumamente equivocada. ¿Por qué? Bueno, sufrió dos tipos de presión, ambas producto de los roles que impone la sociedad y que los hipersensibles utilizan según convenga, primero la mirada provocadora de su pareja, cual banderillero picando al toro para que sacara su bravura y después la presión de estar a la altura de la circunstancia, cual jefe de manada. Durante este episodio y hasta el día de hoy, leí a algunas feministas muy de acuerdo con la actitud violenta del actor contra el comediante. Imagínese usted, a tal grado de incongruencia llegan que les sería imposible justificar esto si el episodio lo hubiera protagonizado una mujer y un hombre. O ¿por qué aquí debería ser diferente? Así como NO es No y todos los derechos para todas las personas, violencia es violencia y según nuestra legislación, hasta el día de hoy, la más penada es la física, sí la misma que utilizó el actor que vino a sacar a flote a todEs aquellos que descubrieron en él el complejo de “hombre héroe” que necesitan en sus vidas.

Seamos tolerantes, porque la tolerancia es una virtud, la hipersensibilidad maniquea, no.

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