■ Espacios serán entregados en mejores condiciones, tras ser intervenidos, señala subdirectora
■ Hay deficiencias de veladores, custodios y hasta profesionistas con alto perfil académico, dijo
Luego de destacar que todos los museos de la capital del estado se entregarán al finalizar el sexenio en una mejor condición a como se encontraron, al haber sido intervenidos para mejorar su infraestructura en mayor o menor medida, la subdirectora del Sistema Estatal de Museos del Instituto Zacatecano de Cultura, Adela Bañuelos Acevedo, consideró que queda pendiente como un tema importante y añejo, la necesidad de contratar más personal para su atención, pues hay deficiencias de veladores, custodios y hasta profesionistas con alto perfil académico.
“Esa es una característica que desde que recuerdo ha sido un problema en los museos”, apuntó, para señalar que se requieren a su juicio entre uno a tres trabajadores en cada institución, entre ellos, licenciados en Historia del Arte especializados en arte contemporáneo, abstracto, popular e historia de Zacatecas, para apoyar la labor de los centros de interpretación.
Aunque hay personal interesado en colaborar de esta manera, dijo, no se ajustan al perfil idóneo, y al no haber plazas el tema se encuentra “fuera de nuestras manos”.
En este momento quienes laboran en los museos Pedro Coronel, Rafael Coronel, Toma de Zacatecas, de Arte Abstracto Manuel Felguérez, Zacatecano y Francisco Goitia, suman alrededor de 120 personas, y se han logrado beneficios para los custodios y veladores, no obstante faltan quienes “vengan a abonar para una mejor proyección de las colecciones en cada uno de ellos”.
Se requiere personal que conozca cada una de las colecciones en conjunto y sus orígenes, así como historia de los inmuebles que las albergan. Todo, que constituye la gran riqueza de los acervos resguardados en Zacatecas, de manera que se puedan ofrecer servicios más profesionales que apuntalen la difusión que en esta admiración dio a los museos, dijo.
Adela Bañuelos también solicitó por este medio a los visitantes a las distintas instituciones museográficas, que ejerzan su derecho a la crítica y la opinión sobre sus servicios, “pedirles que dejen algún comentario” en los libros de registro acerca de cómo percibieron la exposición y composición de las colecciones, e incluso sobre el sentido espacial de los recorridos, porque dijo, “luego no nos enteramos con qué –impresión- se quedaron”.
