Nuevamente la derecha en nuestro país se encuentra desconcertadamente tonta, aunque sigue el guion negro de tratar de descarrilar los logros de la llamada cuarta trasformación del país a base de mentiras, infamias y despropósitos, que cae en el lugar común y risible, el descaro de esperar los despojos del monrealismo, que tarde que temprano, será expulsado de las filas de ese movimiento, para quizá engrosar sus filas y recuperar los cotos de poder que le dieron riqueza mal habida y el abuso de poder lucrando con la necesidad de un pueblo mil veces explotado.
El presidente Obrador demuestra, una vez más, ser de los grandes estadistas del mundo y uno de los más significativos en la larga historia de un México que siempre ha tenido las trampas de los conservadores y la lucha perseverante de los movimientos sociales; las crónicas coinciden en que la dignidad del presidente sigue dando el ejemplo y consiguiendo el apoyo de las multitudes que ansían la paz, el desarrollo, el cese del crimen, la miseria extrema, la salud en los hospitales públicos.
La presencia de los empresarios en la marcha del domingo 27 de noviembre es un espaldarazo a una política que le da garantías al país de inversión a la buena, del aumento de salarios, del control de la inflación, del fortalecimiento del peso, de ganancias lícitas.
El espectáculo ante el mundo es obligado: la prensa mundial analizó, en términos humanos, la tragedia de un país como el nuestro, que fue expuesto a los peores contratos del capitalismo rapaz y de una oligarquía nativa que durante 90 años bañaron de sangre sus ciudades, despojaron de cientos de miles de millones de pesos los programas de gobierno para su beneficio personal, y que ahora, ese país en ruinas, que apenas hace 4 años fue magnánimo para elegir, en medio de apuros, y mediante el voto masivo por el obradorismo, cambia de rumbo, pese a las patadas de la derecha desesperada por reconquistar lo disque perdido, y ante un respaldo que masivamente se le da a la alianza Por el bien de Todos primero los pobres.
No es toda una prensa servil la del mundo que retrata el fenómeno mexicano, en el país vecino estadounidense retratan lo que realmente ha sucedido: los niveles de corrupción del prianismo perredista enloquecido y de MC lograron dejar un país en ruinas, con un sistema sanitario en desastre, un océano de sangre donde cientos de miles fueron asesinados, el trasiego de armas clandestinas de alto poder y calibraje que fueron dotadas para grupos criminales contándose la monstruosa cantidad de casi 50 mil sicarios capaces de hacer tronar los famosos C-4 y de aterrorizar y desaparecer pueblo enteros, provocar la migración interna donde miles se vieron y se ven obligados a abandonar sus hogares, sus pertenencias, sus tierras.
Los mexicanos tenemos memoria
La corrupción de ayer está siendo combatida hoy mediante duros esfuerzos que no son nada fáciles, pues la habilidad de la derecha millonaria entra en competencia comprando voluntades y es ahí donde el obradorismo y la alianza entera le entran en los hechos: la separación del poder económico del político, la austeridad republicana, los programas sociales a fondo, donde casi 800 mil millones de pesos anuales se reparten entre millones de hogares mexicanos, obras de infraestructura sin parangón en el orbe entero, es decir, actitud, firmeza, decisión y hechos.
Andrés Manuel es un presidente con la sabiduría popular que pone en contexto ser pata rajada y orate en medio de sombríos intereses clasistas que siguen reclamando un golpe de estado o el plan b del fascismo, nadie es tan inocente como para reclamar ignorancia ante lo que se juega en México: o ejemplo para el mundo de un humanismo muy nativo de renovar la política mundial que pare el desastre de millones de seres humanos, o por el contrario, la victoria pírrica de una derecha patriarcal que le apuesta al exterminio, la sinrazón, la ambición sin medida.
El optimismo tiene pesadillas, pero también salidas brillantes, no seguir alentando a una derecha parásita e infernal con consejos, sino ejemplos reales de que se puede convivir bajo el lema histórico y fundamental: por el bien de todos primero los jodidos, los sintecho, los que durante siglos ha tenido frío y tragedias e ilícitos que nunca debieron suceder.
La prensa norteamericana ponderaba del poder casi celestial que los guerrilleros de Sierra Maestra tenían ante el poderío de Batista y sus militares asesinos y que sin ambages triunfaron ante mil adversidades; sabe también que Obrador tiene una aplicación que ayuda al hemisferio: la arenga es atacar la corrupción demoniaca y hacer un sexenio histórico que retumbe en el planeta entero por su eficacia, su honorabilidad, la rectitud de todo un gabinete y el espíritu contagiado en las nuevas generaciones del relevo.
Nunca huérfano de nadie, querido por multitudes enteras.
