Durante la comparecencia en la Cámara de Diputados con motivo de la Glosa del Cuarto Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, dijo que Pemex es la empresa productiva del Estado que más aporta impuestos a la hacienda pública.
Pemex es una de las tres empresas más rentables del mundo, y es el principal contribuyente del país. En los primeros seis meses de 2022, la paraestatal obtuvo ingresos por 1 billón 162 mil 43 millones de pesos y pagó en impuestos 204 mil millones de pesos, que equivalen al 17.6 por ciento de sus ingresos.
A manera de contraste, el funcionario refirió que las tres empresas más grandes del país (América Móvil, Femsa y Walmart) obtuvieron ingresos por 1 billón 127 mil millones de pesos y solo pagaron en conjunto 36 mil 188 millones de pesos de impuestos; es decir, con ingresos muy similares, Pemex pagó 5.5 veces más impuestos a la hacienda pública que los pagados por las tres empresas de manera conjunta.
De acuerdo a consultores y analistas especializados en el sector energético, y a las estimaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la demanda internacional en combustibles en los próximos 30 años se va a incrementar de forma continua, a pesar de los esfuerzos en la transición a energías limpias, como consecuencia del crecimiento de las economías a nivel mundial, por lo que hay que prepararnos para lograr la autosuficiencia energética.
Con la reforma energética de Peña Nieto, en 2014, se incrementó de manera significativa la dependencia del país en las importaciones de gasolina y diésel para abastecer el mercado interno de combustibles. En el sexenio de Peña Nieto, las importaciones de gasolina crecieron 34%, al pasar de un 45%, en 2014, a un 79%, en 2018. En promedio se importaron 471.000 barriles diarios de gasolina con un gasto de 14.898 millones de dólares.
En 2018, según datos del Sistema de Información Energética, México alcanzó una cifra récord en importaciones de gasolinas por el orden de 594.315 barriles diarios de gasolinas, con un valor de 18.615 millones de dólares, lo cual representó comprar el 79 % de la demanda nacional de gasolinas, procedentes éstas en un 85% de Estados Unidos.
En el último año del sexenio de Peña Nieto se produjeron 1.833 millones de barriles diarios de crudo y las exportaciones significaron ingresos por 30.572 millones de dólares; sin embargo, el costo de las importaciones de hidrocarburos y sus derivados alcanzaron los 53.761 millones de dólares, por lo cual la balanza comercial petrolera fue negativa en 23.189 millones de dólares (27%).
Bajo este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el inicio de su administración, se propuso lograr en su sexenio la autosuficiencia en gasolinas y diésel, ya que los pasados sexenios neoliberales se distinguieron por exportar nuestro petróleo hacia los Estados Unidos a precios bajos e importar las gasolinas de ese país a precios caros. Lograr este objetivo, dijo el Presidente, “no es nada más un asunto económico, es también un asunto de seguridad y de soberanía nacional, imagínense lo que pasaría si Estados Unidos decidiera no vendernos gasolinas”.
Para reducir la dependencia extranjera y lograr la autosuficiencia energética, López Obrador se propuso fortalecer a Pemex, emprendiendo varias acciones, entre ellas, la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, la cual tendrá una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles de crudo por día, para obtener 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel, misma que se inauguró el 2 de julio de 2022, en su etapa constructiva y que actualmente está en su periodo de prueba para luego iniciar su producción en 2023. También llevó a cabo la modernización de las las seis refinerías existentes de Salina Cruz (Oaxaca), Tula (Hidalgo), Salamanca (Guanajuato), Minatitlán (Veracruz), Ciudad Madero (Tamaulipas) y Cadereyta (Nuevo León), las cuales en el 2018 operaban al 40% de su capacidad.
Con el mismo propósito de lograr la autosuficiencia en gasolinas y diésel, en enero de 2022 se adquirió la refinería de Deer Park, ubicada en Houston, Texas con una capacidad de procesar 340,000 barriles diarios de crudo. Su compra fue muy criticada por “expertos” y por la oposición; sin embargo, aseguró Romero Oropeza, “resultó un magnifico negocio para Petróleos Mexicanos (Pemex)”. Deer Park, de enero a junio de 2018, ha generado utilidades por 746 millones de dólares, con lo que se recuperaron los 596 millones de dólares que se pagaron por su compra a Shell, quedando un excedente de 150 millones de dólares.
Con la adquisición de esta refinería y las seis existentes, PEMEX tiene una capacidad de refinación de 1 millón 980,000 barriles diarios, a los cuales se sumarán 340 mil barriles al momento que entre en operación la refinería “Olmeca” de Dos Bocas. Es por ello que el Presidente López Obrador dice que México logrará la autosuficiencia en combustibles durante su sexenio.
Como resultado de todas estas acciones, el procesamiento de crudo en el país repuntó de 612 mil barriles diarios, en 2018, a un millón 224 mil barriles diarios, en 2022; con la incorporación de la refinería de Dos Bocas en 2023, México logrará abastecer la demanda nacional de combustibles para los próximos 15 años, que según la Secretaría de Energía (Sener) estima en 1 millón 548 mil barriles diarios.
