Con los elevadores descompuestos, falta de medicamentos para quimioterapias, falta de enfermeras y contradicciones entre autoridades y sindicato, el Hospital General de Zacatecas (HGZ) “Luz González Cosío” cumplió este viernes 28 de octubre, 12 años de haber iniciado la atención para los zacatecanos más desprotegidos y carentes de una derechohabiencia en seguridad social, por lo que se aprovechó la ocasión para reconocer, mediante una placa conmemorativa, al personal que ha servido y el que atendió también durante la pandemia de Covid-19.
El secretario de Salud, Uswaldo Pinedo Barrios, refirió en su discurso que el HGZ es el nosocomio más importante en lo que respecta a la Secretaría de Salud, debido a que tiene una buena capacidad, ya que cuenta con 120 camas censables y 9 no censables, además de 31 consultorios, lo que permite una atención integral a un sinnúmero de pacientes sin seguridad social, lo que lo convierte en un hospital de concentración y de referencia en todo el estado.
Refirió que, en la política pública del Plan Estatal de Desarrollo del gobernador, hay el compromiso de lograr un sistema de salud efectivo que reduzca las desigualdades y se mejore preferentemente la salud de todos aquellos que están en un estado de marginación y que no tienen derechohabiencia. Su atención, dijo, es la razón de ser de ese hospital.
No obstante, el funcionario reconoció que hace falta equipo y que hay otros que requieren un cambio más moderno, lo que forma parte de un proceso que ya comenzó y que en un corto plazo se logrará. Pero lo más importante, dijo, es el recurso humano con el que se cuenta, que a pesar de las carencias y falta de insumos, hacen muchos esfuerzos para que no falte la atención, por ello agradeció a los más de mil 200 trabajadores que en los 12 años han ayudado a muchos pacientes que llegaron con la esperanza de recibir atención.
¡Queremos quimios! ¡Queremos quimios! Fue el grito con el que, a las afueras del auditorio del hospital, madres de familia recibieron al secretario de Salud, pues aseguraron que no tienen medicamento para sus hijos enfermos de cáncer, situación que Pinedo Barrios reconoció frente a la prensa, asegurando ante ello que están haciendo todo lo posible por ayudar a dichos pacientes y ayudándose de AMANC para lograrlo.
Uno de los elevadores
del nosocomio no
funciona y el otro está en
proceso de ser arreglado
También, y sin dejar de caminar a develar la placa, Pinedo Barrios reconoció que uno de los elevadores del nosocomio no funciona desde que lo pusieron y que el otro está en proceso de ser arreglado; “y a lo mejor faltan algunos suplentes”, dijo cuando se le cuestionó sobre la falta de personal, pues son alrededor de 100 plazas las que se fueron al Hospital de la Mujer de Fresnillo, pero adelantó que se subsanará esto en 15 días. “¿Cuándo presentará su renuncia?”, cuestionó un reportero. “No sé de qué me habla”, respondió antes de huir de la prensa el funcionario.
Por su parte, el director del Hospital General, Mario Rodríguez Herrera, contradijo al secretario de Salud al asegurar que no faltan médicos ni enfermeras y que todo está cubierto, pero reconoció que lo que sí hay es falta de medicamento oncológico y elevadores descompuestos. “En todos los hospitales hay deficiencias, son aparatos que hay que reiniciar”, dijo, asegurando que se han descompuesto por el uso de hasta 15 años, cuando el hospital cumplió 12 de atención; aunque dijo que ya se encuentran las compañías reparándolos.
“Yo no maquillo realidades”, dijo con firmeza la líder de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (Sntsa), Norma Castorena Berrelleza, esto debido a que el director del nosocomio negó la falta de enfermeras, que a decir de la representante de los trabajadores, son 35 las que faltan, por lo que pidió a las autoridades que no quieran “tapar el sol con un dedo” y hagan los procesos más ágiles para la compra de medicamento, equipo, material quirúrgico y las suplencias.
