■ Maestro de la UNAM participa en seminario internacional
La atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) en sectores con poco valor agregado, como el manufacturero, en los que no se requiere casi especialización del recurso humano y por lo tanto se pagan bajos salarios, aunado a una ausencia de encadenamiento con la economía local, provoca una “prolongación de la pobreza”.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gabriel Bolea Cosmin, quien participó en el Seminario Internacional Estado, Academia y Sociedad, realizado en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), recalcó que el conseguir ciertos niveles de crecimiento económico no necesariamente significa que se potencia el desarrollo.
La llegada de empresas foráneas manufactureras con escaso valor añadido apuntó que se da sobre todo a los estados de “mayor rentabilidad”, es decir, en las entidades que tienen poca preparación académica y que por ende a los trabajadores, que son mano de obra, se les pueden pagar salarios mucho menores.
Este tipo de inversiones, precisó, han acaparado además casi la mitad de la IED que ha llegado a México desde 2000 a la fecha.
Por el contrario, el académico añadió que las regiones del país que atraen la mayor cantidad de inversión extranjera directa en sectores con alto valor agregado como el aeroespacial son las que presentan mayor potencial de mercado y especialización educativa de sus habitantes.
Bolea Cosmin explicó que en el momento en el que las empresas llegan a un territorio porque tienen la posibilidad de pagar menos salarios es cuando “el Estado debe intervenir”.
Sostuvo que esta intervención, de manera inmediata, tiene que partir de una buena capacidad de negociación de los gobernantes en turno para que sepan posicionar a la entidad como un lugar con recurso humano calificado y que, por tanto, merece sueldos más elevados.
No obstante, agregó que la principal acción que debe emprenderse es a largo plazo y tiene que ver con incrementar la inversión en educación. Concluyó que aumentar el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que se destina al ámbito educativo por parte de los gobiernos, ya que ésta “es la única forma de que los estados dejen de ser pobres”.
Asimismo, mencionó que también es fundamental dirigir recursos públicos a mejorar la infraestructura con la que se cuenta en el plano empresarial, como a la construcción de parques industriales, pero también en otros rubros como las vías de comunicación.
Bolea Cosmin explicó que la apertura de México al mercado internacional en los años 80 “no se hizo como debiera haberse hecho”, es decir, se llevó a cabo demasiado rápido, de forma que la economía nacional y local no tuvo tiempo de adaptarse a los cambios con mayor capacitación y mejores tecnologías.
Esto abrió una brecha de desarrollo en la que algunas zonas como el Distrito Federal, el Estado de México, Jalisco y Nuevo León supieron especializar su recurso humano y aportar valor agregado y cadenas de proveeduría fuertes.
Mientras tanto, otras áreas como el sur del país y también estados como Zacatecas no alcanzaron ese mismo “potencial de mercado” para atraer Inversión Extranjera Directa que genere beneficios en el ámbito local.
