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viernes, 29 marzo, 2024
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Las perspectivas económicas para el 2022 no son optimistas para el país

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Por: ARTURO HUERTA GONZÁLEZ •

El Indicador Global de la Actividad Económica del INEGI presentó una caída en octubre respecto a septiembre en 0.2% (IGAE), mostrando un tercer mes consecutivo en caída, lo que refleja una tendencia decreciente y no se vislumbran perspectivas de que se revierta, dados los aumentos permanentes de la tasa de interés y los recortes presupuestales. Hay que recordar que la actividad económica en el tercer trimestre del 2021 mostró una caída de 0.4% respecto al trimestre anterior, por lo que no se cumplirá el crecimiento programado del PIB de 6.2% para el 2021, sino que creceremos menos del 5%. Tampoco se cumplirán las perspectivas de crecimiento de 4.1% para el 2022, las cuales ya están alrededor del 2.0%, por lo que no se recuperarán los niveles de actividad económica existentes en el 2018.

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El INEGI informó que entre mayo de 2019 y julio de 2021, cerraron 1.6 millones de empresas y se crearon 1.2 millones, por lo que el país tiene 400 mil empresas menos. Ello representa menor capacidad de producción y de generación de empleos para el 2022 y a futuro. De hecho, se reporta que las empresas que cerraron empleaban más trabajadores con relación al empleo creado por las nuevas empresas. Al cierre de empresas, se suma la caída de la inversión pública y privada que ha venido aconteciendo en los últimos años, todo lo cual disminuye la capacidad productiva y el crecimiento potencial de la economía. La inversión pública de ser 3.1% del PIB en el 2018, pasó a ser 2.3% en el segundo trimestre del 2021. Por su parte la inversión privada de ser en 2018 19.0% del PIB, pasó a ser 16.5% en el segundo trimestre del 2021. Por lo que la inversión total en dicho período pasó de ser 22.1% del PIB a 18.8%, mostrando una caída de 3.3 puntos porcentuales del PIB. El INEGI reporta que el Indicador Mensual de la Inversión Fija Bruta en México (el cual refleja las opciones de crecimiento para las empresas y permiten anticipar la dinámica económica), se ubicó en 93.4 puntos en septiembre del 2021, un nivel similar al de marzo de 2011, cuando se reportó en 93.2 puntos.

La inversión crecerá menos en el 2022 con las altas tasas de interés, la cual encarece el costo del crédito y aumenta la carga del servicio de la deuda, lo que implica menos capacidad de gasto e inversión para el sector público y privado. A ello se suma la permanencia de la austeridad fiscal, que contrae demanda y las opciones y oportunidades de inversión.

El INEGI reporta que la demanda de bienes y servicios solo tuvo un alza de 0.27% en el tercer trimestre del 2021, respecto al segundo trimestre, y ese bajo dinamismo se debió a que el consumo del gobierno se redujo 2.29% en dicho período. El gobierno en su afán de reducir deuda, disminuye gasto e inversión, comprometiendo así el crecimiento económico, la generación de empleo y el bienestar de la población. La SHCP ha señalado que la deuda pública en el 2021 será 50.3% del PIB, lo que representa una reducción de 1.4 puntos porcentuales del PIB, del 51.7% en el 2020.

Las exportaciones del país al mes de noviembre del 2021, tuvieron una tasa de crecimiento interanual de 19.2%, explicado sobre todo por la industria automotriz (INEGI), dominada por empresas transnacionales, que no generan efectos multiplicadores sobre la dinámica nacional. Para el 2022, las exportaciones menos representarán motor alguno de crecimiento, dado que el alza generalizada de la tasa de interés que realizarán los bancos centrales para bajar la inflación desacelerará la economía y el comercio mundial, aunado al impacto que sobre ello tenga el ómicron. Ello afectará a su vez a las remesas que trasferirán los conciudadanos que trabajan en EUA a sus familias en el 2022.

Las importaciones totales crecieron en noviembre del 2021 a una tasa interanual de 29.6%, mucho más que las exportaciones, y generaron un déficit de comercio exterior acumulado de 12,081 millones de dólares (INEGI). Las importaciones agroalimentarias manifiestan altas tasas de crecimiento como consecuencia de la escasez de la producción nacional. De enero a octubre del 2021 con relación a igual período del 2020, las importaciones de maíz crecieron en 68.1%, la carne de cerdo en 61.5%, la carne de aves en 61%, la carne de bovino en 59.9% (Datos del INEGI y el Economista). Continuarán creciendo estas importaciones y muchas otras, como consecuencia de que no hay política agropecuaria e industrial para aumentar la producción nacional, y menos ante las altas tasas de interés y la austeridad fiscal.

Las presiones sobre las finanzas públicas continuarán, debido a que la caída de la actividad económica se traduce en menor recaudación tributaria. De enero a noviembre del 2021, los ingresos totales del sector público fueron 0.3% menos que en igual periodo de 2020, debido en gran medida, a una menor recaudación por ISR e IEPS (SAT). Al gastar menos el gobierno, éste menos recauda, por lo que cae en un círculo vicioso, debido a que sigue gastando menos, lo que frena la dinámica económica.

Al no haber 1) bajas tasas de interés, 2) tipo de cambio competitivo, 3) créditos baratos, 4) expansión del gasto público; aunado a las presiones inflacionarias que ocasiona la baja productividad y escasez de productos, la economía seguirá en el contexto recesivo que ha venido predominando. Esto aumentará la pobreza y la delincuencia.

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