■ Sólo 3.5 mexicanos de cada 10 convalidan el trabajo de la Federación, explican
■ Únicamente 2 de cada 10 personas creen en los partidos políticos y los diputados
Según un estudio de la UNAM, apenas en 2008 la aceptación del Gobierno Federal por parte de los mexicanos era de 70 por ciento, cinco años después, el Informe País sobre Calidad Ciudadana en México, presentado ayer por autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE), en 2013 tuvo una caída drástica y grave: sólo 3.5 mexicanos de cada 10 convalidan el trabajo de la Federación. Además sólo 2 de cada 10 mexicanos creen en los partidos políticos y los diputados.
La medición que fue financiada por el entonces Instituto Federal Electoral (IFE), se realizó durante dos años por especialistas y académicos de instituciones como el Colegio de México, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y otros, quienes encuestaron en todo el país a 11 mil mexicanos en edad de votar y a 169 líderes de asociaciones civiles.
La investigación da a conocer que los mexicanos incluso han perdido credibilidad en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), pues de 2008 a 2009, poco más de 55 por ciento creía en ellas, el año pasado bajó a 40 por ciento. De igual manera, 7 de cada 10 ciudadanos no confían en otro mexicano.
Al evento de presentación acudieron autoridades de todos los niveles y tuvo de comentaristas a Rubén Ibarra Reyes, director de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y el historiador Arturo Burciaga.
En su participación, Ibarra destacó el hecho de que según datos de la UNAM, en 2008 la aceptación del Gobierno Federal era de 70 por ciento, y ahora el Informe País, establece para 2013 que la aceptación del gobierno de la República alcanzaba apenas 35 por ciento.
Consideró que seguramente en este 2014, si se hiciera la encuesta, habría una caída bastante más drástica y grave por los recientes hechos que acontecen en el país, “hay muchos elementos mediáticos y sociales en el ambiente que hacen pensar en esto, en 2013 los estudiantes (normalistas) todavía estaban en sus casas.
El académico aludió el dato de que menos de dos ciudadanos confían en los partidos políticos y los diputados en lo general, cifra que refleja la crisis de credibilidad en el país. Por el contrario, el Ejército, la Iglesia y los maestros “incluyendo los que marchan”, tienen aceptación de 60 por ciento, son incluso los más altos. Sin embargo, quizás la cifra de los militares sería mucho menor después del caso Tlatlaya, intuyó.
Otros datos reveladores del México injusto y peligroso en el que se vive, refirió Ibarra Reyes son el que 8 de cada 10 mexicanos manifiestan haber visto descalificaciones por apariencia física y clase social, además 7 de cada 10 han sido discriminados por el color de piel. También 7 de cada 10 mexicanos consideran que el lugar en que viven es inseguro y piensan que salir de su casa es peligroso.
La encuesta refiere que 5 de cada 10 mexicanos piensa que no es bueno dejar salir a sus hijos solos a la calle a ninguna hora del día. Percepciones que el académico dijo, sin duda modifican el entorno inmediato, las conductas, se hace difícil la democratización de la ciudadanía y, por ende, es más fría la relación entre semejantes.
7 de cada 10 creen que la ley no se respeta
La desconfianza agregó, alcanza sobre todo a los cuerpos policiacos, pues 7 de cada 10 mexicanos no confían en las policías, incluso 80 por ciento piensa que hay una relación entre riesgo y policía.
También está el hecho de que 7 de cada 10 ciudadanos piensan que la ley se respeta poco o nada en este país.
Los datos, expuso Ibarra, evidencian la crisis profunda del sistema de representación y la percepción negativa se traduce en abstencionismo electoral, con mayor énfasis a partir de la alternancia del año 2000. A la fecha es de 40 por ciento, cifra que permite reflexionar sobre la carencia de legitimidad de los gobiernos y alto costo de la democracia.
De ahí que sea común escuchar a personas descalificando la actividad política, fraudes, el tráfico de influencias e indignación por la compra de casas blancas. La corrupción el ciudadano no la ve como una forma de vida, sino de sobrevida.
Los datos se pueden traducir, infirió el director del posgrado en Ciencias Sociales, en que al ciudadano sólo se le piensa desde una perspectiva electorera, más que social, de ahí que la democracia sea de mala calidad, pues 5 de cada 10 piensan que en la democracia mexicana es un régimen en que muchos participan y pocos ganan.
Al intuir que el ciudadano se siente utilizado por el régimen, el informe debería ser un instrumento para los gobiernos y partidos políticos, ya que es una veta de desarrollo para diseñar políticas públicas y ver lo que se hace mal.
En tanto, Juan Carlos Merlín, encargado de la Junta Ejecutiva local del INE, agregó que la información se recabó en cinco regiones geográficas del país y hoy se traduce en uno de los proyectos de mayor envergadura del entonces IFE.
