A días de que Arturo Nahle García culmine con su mandato de presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas (TSJEZ), en entrevista con La Jornada Zacatecas reconoció y lamentó que quedaron pendientes por resolver en dicha instancia por razones no imputables a su persona, y éstos son el tema salarial de los trabajadores de dicho Poder y la implementación del nuevo sistema de Justicia Civil y Familiar que, advirtió, requerirá también de muchos recursos para lograrlo.
Con respecto al primer pendiente, Nahle García reconoció que el salario de los mil 126 trabajadores del Poder Judicial es mal pagado, por lo que dijo esperar que quien lo suceda tenga más apoyo para poder mejorar las percepciones de los “extraordinarios servidores públicos” que laboran en el Poder Judicial.
En lo que concierne al segundo reto y pendiente, la implementación del nuevo sistema de Justicia Civil y Familiar, el magistrado presidente aseveró que se necesitarán muchos recursos, como en su momento se requirieron para implementar el nuevo sistema de Justicia Penal que trajeron los denominados juicios orales, y más recientemente, el sistema de Justicia Laboral, pero en el caso del nuevo sistema, advirtió que representa 70 por ciento de dos cargas de trabajo y hay que implementar, además, la oralidad, no obstante, no hay una sola sala para este modelo en el estado y eso conlleva a tener que construirlas con todos los sistemas de audio.
Entre otros de los retos, Nahle García subrayó que el nuevo código nacional trae la denominada Justicia Digital, que son procedimientos en línea y para implementarla también tiene un costo muy alto sobre todo por las cuestiones de la ciberseguridad, pues los expedientes electrónicos quedarán guardados en la nube y habrá que contratar expertos en informática para este nuevo sistema de justicia.
En cuanto a su mandato, Arturo Nahle García reiteró que está muy satisfecho, “incluso orgulloso”, con lo que pudo concretar en cuatro años “a pesar de muchas adversidades”, pues recordó que su presidencia inició a la par de la pandemia de Covid-19 y, al ser la justicia una actividad esencial, se vieron obligados a aprender a trabajar con herramientas tecnológicas, mismas que se mantienen en 14 de 18 distritos judiciales.
Otra adversidad, recordó, fueron los presupuestos insuficientes, pues en dos de los cuatro años al frente del TSJEZ tuvo un presupuesto deficitario, insuficiente, y a pesar de ello, enfatizó, se logró abrir un juzgado en Jalpa, otro en Loreto, un juzgado mercantil en Fresnillo, dos tribunales laborales con competencia regional y con sus centros de conciliación, lo que le permitió al estado ser el primero en implementar el nuevo sistema de Justicia Laboral.
“Algo de lo que más orgulloso me siento es que publicamos nuestra nueva Ley Orgánica y todos sus reglamentos que ha representado una profunda transformación en la organización del funcionamiento del Poder Judicial. Yo destacaría el tema de la carrera judicial para ingresar a este Poder: para poder entrar o ascender, tiene que ser forzosamente a través de concurso de oposición, ya no caben ni parientes ni recomendados”.
EN 2023, EL PODER JUDICIAL DE ZACATECAS
OCUPÓ EL TERCER LUGAR EN GRADO
DE SATISFACCIÓN DE LOS USUARIOS
Si bien, Arturo Nahle García reconoció que una autoevaluación puede ser no confiable, sí subrayó que instancias como el INEGI, en su Censo Nacional de Impartición de Justicia 2022, colocó al Poder Judicial de Zacatecas como el quinto más eficiente del país, y para 2023, ocupó el tercer lugar en el grado de satisfacción de los usuarios, en tanto que, en lo que respecta a la confianza de la ciudadanía en los jueces zacatecanos, la entidad ocupa el primer lugar. “Entonces yo me quedo con esas evaluaciones que califican muy bien al Poder Judicial de Zacatecas y son evaluaciones que coinciden con las de Usaid, con las que hace México Evalúa y con las que hace World Justice Project y otros organismos de seriedad”.
Finalmente, Nahle García aclaró que, en el próximo proceso electoral, no se verá su nombre en ninguna boleta, pues si bien terminó su período de cuatro años como presidente del Poder Judicial, le restan seis años más como magistrado, aunque reconoció que, si se presenta la oportunidad de seguir sirviendo a su estado desde otra trinchera o desde un lugar mejor, no está cerrado a ello.
“Tengo 35 años ininterrumpidos en el servicio público y creo que todavía me queda pila para seguir ejerciendo mi vocación, mi profesión y yo diría mi pasión, y mi pasión es Zacatecas”, concluyó.
