Este año fueron repatriados a Zacatecas los cadáveres de 70 zacatecanos que murieron en Estados Unidos, la mayoría por enfermedad y en accidentes automovilísticos. El director del Instituto Estatal de Migración (IEM), Rigoberto Castañeda, informó que el gobierno apoyó en su repatriación cubriendo los gastos del traslado desde los aeropuertos de Ciudad de México o Guadalajara hasta su comunidad de origen.
Durante 2012 fueron 86 y en 2011, 77, la gran mayoría han fallecido de muerte natural, seguido de accidentes y algunos de manera “muy trágica” en tiroteos, durante este 2013, sólo tres zacatecanos fenecieron de esa forma, ya sea por una riña o situaciones personales que derivaron a esos actos de violencia.
El funcionario estatal señaló que una vez fallecido un connacional, cuando se trata de una muerte trágica se deben hacer peritajes y autopsia, se tarda hasta un mes o mes y medio en que el cadáver llegue a los familiares, todo depende de las investigaciones de la policía.
Cuando se trata de muerte natural, el tiempo promedio es de ocho días, pues generalmente las funerarias los entregan y hacen en Estados Unidos el servicio de rosario y una misa para después comenzar con los trámites del traslado.
Es justo ahí donde interviene Gobierno del Estado, Castañeda dijo que se le notifica al Instituto Nacional de Migración a través de la Federación de Zacatecanos u otros organismos quienes lo contactan para que apoye con el traslado de los cuerpos.
Por otro lado, Castañeda informó que la dependencia a su cargo no tiene registros del número de zacatecanos recluidos en cárceles de Estados Unidos, ya que la estadística se maneja a nivel de la cancillería mexicana, sin contar que no hay recursos para pagar defensa legal de los paisanos recluidos.
Explicó que el apoyo que se les brinda es a través de los consulados; cuando lo solicitan tiene máximo 3 horas de apoyo y asesoría, pero después de ese tiempo es su decisión si sigue con ese abogado o contrata otro. Además insistió, no hay recuerdo del Estado mexicano que pague consultoría o apoyos jurídicos a un preso o alguien que enfrente un trámite ante la Corte.
