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viernes, 29 marzo, 2024
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“Miope”, visión de la historia de que las luchas contra los intereses de los poderosos son criminales

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

■ Salmerón calificó como valientes a integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre

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■ El historiador Marco Antonio Oropeza dice que no se trató de denostar la figura del empresario regiomontano, Eugenio Garza Sada, asesinado por los guerrilleros

■ El objetivo era resaltar la actitud política de un sector de la juventud mexicana que se organizó para buscar la construcción de un Estado socialista

■ Es importante entender primero la violencia que se suscitaba en la década de los 70 y analizarla siempre desde su ámbito político

 

Las reacciones que Pedro Salmerón, ex director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones en México (Inehrm) provocó al calificar a los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre que asesinaron al empresario Eugenio Garza Sada el 17 de septiembre de 1973, como “valientes”, para el historiador zacatecano Marco Antonio Oropeza Saucedo reflejan una visión “miope” de la historia en la que subyace la idea de que todas las luchas políticas que contravienen a los intereses de los poderosos son criminales.

Para Oropeza Saucedo, quien es especialista en temas de asociaciones guerrilleras en México, el hecho de que Salmerón utilizara el adjetivo de “valientes” no se trató en algún momento de denostar la figura del empresario regiomontano, sino de resaltar la actitud política de un sector de la juventud mexicana que se organizó en un empresa complicada y compleja como lo era buscar la construcción de un Estado socialista en el país.

“El solo hecho de aventurarse en la lucha clandestina implica poner en riesgo la vida misma, creo yo que reviste hasta cierto punto la valentía”, considera el historiador.
Según el estudioso hubo una exageración de parte de muchos medios de comunicación, de sectores empresariales y de los mismos partidos políticos como Acción Nacional (PAN) que quisieron ver en esta declaración una apología a una organización político-militar de la década de los 70, pero más que eso, una apología a la violencia, por lo que reiteró que su visión de la historia es “muy miope” porque se descontextualizan las luchas y se trata de ver a los militantes como delincuentes comunes, “adoradores de la violencia, como si anduvieran por todos lados matando empresarios, secuestrando políticos y no fue así, la realidad fue otra”.

La Liga Comunista 23 de Septiembre veía la violencia como un medio de lucha pero no como el principal; la mayoría de sus esfuerzos lo dedicaron a la difusión del periódico clandestino “Madera”, que veían como órgano agitador entre obreros y estudiantes

Esta visión, a decir del también integrante de la Asociación de Historiadores Elías Amador, sorprende porque a más de 40 años de distancia de lo sucedido algunos sectores mantienen la idea de criminalizar las luchas, incluso en gente como Vicente Fox y Felipe Calderón, dos ex presidentes de la República que carecen de toda calidad moral y ética para pronunciarse en temas de violencia.
Para el historiador es importante entender primero la violencia que se suscitaba en la década de los 70 y analizarla siempre desde su ámbito político, que a final de cuentas, detalló, la Liga Comunista 23 de Septiembre veía la violencia como un medio de lucha pero no como el principal, porque la mayoría de sus esfuerzos lo dedicaron a la difusión del periódico clandestino “Madera”, en el que veían como organismo aglutinador del pensamiento revolucionario en el país, un órgano agitador entre obreros y estudiantes.

“No estaban secuestrando a diestra y siniestra a empresarios. El secuestro lo utilizaban para obtener medios económicos y presión” dice, para añadir que incluso La Liga no quería asesinar a Garza Sada, fue algo que se salió de control y al fin los que perdieron fueron los mismos guerrilleros debido a la cacería que sufrieron por parte del Estado y que provocó desapariciones, asesinatos y torturas de muchos jóvenes.

“Lo que subyace en el fondo con estas declaraciones, es esta idea vieja y anquilosada y que no ha cambiado mucho, de que todas las luchas políticas que realmente contravienen a los intereses de estos actores son criminalizadas” reflexiona Oropeza Saucedo, quien además considera que lo interesante de la reacción “sobredimensionada” es que resalta la importancia del rescate de la memoria histórica y de la historia misma para evitar caer en “estos dislates y anacronismos”, porque se quiere ver el pasado con los ojos del presente sin entender los contextos.

Por otra parte, considera igualmente de suma importancia el perdón que el gobierno federal ha ofrecido a los guerrilleros torturados durante la llamada “Guerra sucia”, porque el Estado reconoce los crímenes que cometió de manera extra legal y extra judicial contra muchos de sus ciudadanos que fueron víctimas de torturas y desapariciones forzadas, que a decir del historiador, es uno de los peores crímenes que se puedan cometer.

De ahí pues parece, para el investigador, un “contrasentido” que le hayan aceptado a Salmerón la renuncia por algo que no revestía mayor conflicto, pero, reitera, tal parece que sigue habiendo un pensamiento “muy cerrado”, por lo que hay que ver qué viene después de este reconocimiento a las víctimas de la “Guerra sucia” porque hay muchos casos actuales como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que no debe quedar nada más en una disculpa, sino en un castigo a los culpables, concluye.

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