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viernes, 29 marzo, 2024
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Necesitamos un etiquetado frontal claro en los alimentos procesados: especialista

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Por: IRIS JUÁREZ GALVÁN •

■ Alejandro Álvarez advierte que la gente no sabe leer los datos de valor nutrimental

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■ En México entre el 25 y 30% de la población tiene problemas de obesidad

 

“La razón por la que necesitamos un etiquetado frontal claro es porque la gente no sabe leer las etiquetas de valor nutrimental debido a que no se enseña al consumidor a interpretar la información”, sostuvo el maestro y especialista en salud Pública, Alejandro Álvarez Diez.

Aproximadamente en 2015 se implementó en México el etiquetado frontal, para simplificar la información de la tabla nutricional. Pero la modalidad resultó ser más confusa que la tabla misma, entre otras cosas, porque en algunos productos se presenta la información de todo el empaque, y en otros, la correspondiente a la porción sugerida, reveló el nutriólogo y especialista en salud pública.

Álvarez Diez explicó que la información nutrimental en los productos procesados en México presenta las siguientes características.

En primer lugar está la tabla nutrimental, donde se indican los gramos de cada nutriente, vitaminas, etcétera. Y que generalmente se coloca en la parte trasera del producto.

Por otro lado, la etiqueta frontal en el producto se implementó con el fin de simplificar la información, para ello, se imprime en este etiquetado el porcentaje o cantidad de las grasas saturadas, azúcares totales, sodio, carbohidratos, proteínas y el contenido energético o calorías. Información que como consumidor no sirve de mucho.

Y añadió que “en Ecuador, por ejemplo, se implementó un semáforo que también podría ser muy visual. Porque lo que es alto en azúcares o en grasas saturadas aparece en rojo; y cuanto un alimento es alto en proteínas, en minerales o en vitaminas, aparece en verde, y si es un alimento balanceado, en amarillo”.

Chile, Ecuador y Perú fueron los primeros en agregar octágonos que contienen información clara y sin números, que le permiten al consumidor final tomar una decisión más exacta a lo que busca en un producto. Los octanos contiene leyendas que dicen: alto en grasas saturadas, alto en azúcares, alto en sodio, o alto en calorías.

La información de los octágonos resulta más clara y asequible para la población. Álvarez Diez expuso que si una persona con hipertensión, que está en tratamiento, sabe que los productos altos en sodio perjudican su salud, será más fácil para él tomar la decisión si observa un octágono que dice, “alto en sodio”, más que si lee una etiqueta frontal que dice 5 por ciento sodio.

Sobre los problemas de salud pública relacionados con la obesidad, tales como hipertensión arterial y diabetes. Dijo que la legislación en lo que respecta a cambio en las etiquetas está sujeta a muchos factores, en primer lugar, México es uno principales consumidores de productos procesados, y si el consumo de éstos baja, es perjudicial económicamente para el sector privado.

En México entre el 25 y 30 por ciento de la población tiene problemas de obesidad, y más del 70 por ciento de la población tiene sobrepeso u obesidad. El especialista agregó que hace algunos años, desde el Instituto Nacional de Salud Pública se desplegó una propuesta para aplicar una campaña muy similar a la de los cigarros, donde una bolsa de frituras, por ejemplo, tuviera en la parte superior frontal una etiqueta que dijera, “este producto causa obesidad”, pero se acusó a la propuesta de agresiva y no pasó a legislación.

El experto en el tema finalizó comentando que, implementar un nuevo etiquetado en productos procesados se debe acompañar de una campaña fuerte para indicar a la población cómo leer la información nutrimental. Y que esta iniciativa, de funcionar, ahorraría millones de pesos en gastos médicos, pues implica trabajo de medicina preventiva.

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