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martes, 23 abril, 2024
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Fue en 1936 cuando bajo los postulados de la Revolución Mexicana, se creó el IPN

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

■ Se concibió al Poli como un motor de desarrollo que apoya a la industrialización del país

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■ En 2009 el instituto llegó a la ciudad de Zacatecas; la UPIIZ cuenta con cinco carreras

Fue en México de 1932 cuando comenzó a germinar en la mente del licenciado Narciso Bassols y de los ingenieros Luis Enrique Erro y Carlos Vallejo Márquez la idea de integrar y estructurar un sistema de enseñanza técnica en el país. Tuvieron que pasar cuatro años y que llegara el fin del Maximato para que sus conceptos se cristalizaran y con ayuda del senador Juan de Dios Bátiz y del presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, se creara en enero de 1936, con los postulados de la Revolución Mexicana como bandera, el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La prensa mexicana dio cuenta de la buena nueva en materia de educación para el país. El diario El Universal publicó el primero de enero la nota previa, “La creación del gran Instituto Politécnico nacional”, el cual había sido anunciado en el informe del presidente Lázaro Cárdenas. Cuatro días después el Excélsior informó que sería el 16 de enero cuando iniciarían las inscripciones pero también la fecha marcó el inicio de clases.
Sus fundadores concibieron al Poli, como usualmente se le conoce, como un motor de desarrollo y espacio para la igualdad, apoyando por un lado a la industrialización del país y por el otro erigiéndose como una alternativa educativa para los sectores sociales menos favorecidos. Era el Cardenismo, un gobierno que en materia educativa tuvo una línea ideológica socialista y en el que además del Poli fomentó otras dos instituciones importantes como el Instituto Nacional de Antropología (INAH) y el Colegio de México (ColMex).
El proyecto cardenista proponía la industrialización del país, para tales efectos era necesario contar con mano de obra y técnicos profesionistas de origen nacional y como consecuencia del proyecto de educación socialista, la cobertura estaba claramente orientada a los hijos de los trabajadores del campo y la ciudad. La creación del IPN vino a favorecer ese desarrollo que buscaba el país pues de sus aulas emergieron esos cuadros que trabajarían en la industria petrolera mexicana después de la expropiación de 1938 para poner en práctica el lema de la institución: “La Técnica al Servicio de la Patria”.
Hoy han pasado 80 años de esa expropiación y el petróleo volvió a manos extranjeras, pero han pasado también 82 años de la creación del Poli y esta institución continúa manteniéndose en la cúspide de la educación de calidad, tal como lo evidencia el ranking más reciente de la revista AméricaEconomía que sitúa al IPN en el tercer lugar de las mejores universidades de México.
En 2009 el Instituto Politécnico Nacional llegó a la ciudad de Zacatecas teniendo como primera sede un antiguo edificio en la Alameda, que alguna vez albergara el Centro de Idiomas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Un año después, con bombo y platillo y la presencia del Burro Blanco, la mascota del Poli que según la leyenda fue encontrada por un jugador de futbol americano del equipo escolar, se colocó la primera piedra del campus que hoy da cobijo a cientos de estudiantes.

2010 fue pues el inicio de actividades administrativas de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Zacatecas (UPIIZ), y a 8 años de distancia Mayra Alejandra Torres Hernández subdirectora de la institución, reiteró que el Poli sigue dando la oportunidad de educación para la gente con pocos recursos. “Hasta la actualidad se mantiene siendo una institución pública donde no hay costos estrictos, se sigue manejando a nivel de donativos y sigue siendo el medio por el cual muchos mexicanos con muchísimo talento y con ganas de superación pueden obtener educación de calidad”.
Cuando llegó el IPN a Zacatecas, recordó Torres Hernández, lo hizo con la filosofía y la encomienda de sumar a la calidad educativa del estado. Los resultados, a nueve años de distancia, es que los egresados, informó, se han integrado a empresas de la región y se les ha reconocido su calidad en las cuestiones técnicas. Hay, dijo, una buena evaluación.
La UPIIZ cuenta hasta el momento con 5 carreras: Ingeniería Mecatrónica, Ingeniería en Alimentos, Ingeniería Ambiental, Ingeniería en Sistemas Computacionales e Ingeniería Metalúrgica, esta última agregada apenas en 2015 y nacida de un convenio con el Cluster Minero del estado. De las primeras cuatro, informó la subdirectora, ya se tienen egresados mientras que de la más reciente en julio próximo egresará apenas la primera generación.
Sin embargo, dijo, esta última carrera tiene muchos beneficios, pues a partir del tercer semestre, una vez al mes, tienen una semana de prácticas en las minas por lo que egresan ya con experiencia laboral. En 2015 se autorizó también la apertura del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyt 18) con la oferta de Técnico en Sistemas Digitales y Técnico Laboratorista Químico.
“Como unidad Zacatecas hemos tenido grandes avances –informó la Maestra en Ciencias-. Este año abrimos un centro de lenguas extranjeras. Creo que el compromiso del Instituto Politécnico Nacional con este campus está creciendo, está teniendo cada vez más ofertas y estamos trabajando para tener un posgrado. El compromiso del IPN en la región es grande”, enfatizó.
Torres Hernández informó también que la matricula en nivel superior ha venido en aumento, sin embargo, aclaró, no es todavía la que se espera, porque aquí, dijo, el IPN no es conocido por toda la comunidad. “Mucha gente cree que es una escuela privada, ven las instalaciones y dicen que la colegiatura ha de ser cara. Y también hemos visto que desgraciadamente en Zacatecas las ingenierías no son muy aceptadas y nosotros tenemos puras ingenierías”. Esos dos factores, consideró la académica, no le han permitido a la institución estar en la posición que les gustaría. La difusión de las carreras y la captación de estudiantes ha sido complicada, lamentó.

Hasta el momento la UPIIZ cuenta con 785 alumnos entre las cinco ingenierías y han egresado más de 200 desde 2015, de los cuales más de la mitad ya se han titulado, lo que habla de una buena eficiencia terminal. “Muchos de ellos han continuado con el posgrado y otros han encontrado ofertas laborales en el estado y fuera de él”, informó la subdirectora.
El beneficio de contar con el IPN en Zacatecas es que el egresado a fin de cuentas lo será de una institución reconocida a nivel mundial y nacional, de la cual han egresado personajes como Guillermo González Camarena, inventor del sistema para transmitir televisión a color en el mundo, y Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de México en el período 1994-2000.
“Yo invitaría a la sociedad zacatecana a que nos contemplen y aprovechen el que esta unidad académica está en Zacatecas. Somos una escuela pública, no hay pagos de inscripción o mensualidades, es un donativo que se le pide al estudiante de 380 pesos por semestre y si no lo pueden dar no se les prohíbe el acceso a la educación”, explicó Torres.
Agregó además que el IPN cuenta con becas tanto federales como estatales, más el presupuesto del mismo instituto para el mismo cometido. Las instalaciones son nuevas, dijo, y toda la planta docente cuenta con maestría y algunos con doctorado miembros del Sistema Nacional de Investigadores, son, reiteró, muchos los recursos que se pueden aprovechar.
Por los pasillos de la institución camina Nelson Enrique Dávila, un estudiante de sexto semestre de Ingeniería en Mecatrónica que se enteró del campus de la UPIIZ debido a sus profesores de la prepa número 9 de la UAZ. Quería estudiar desde un inicio, cuenta, una carrera relacionada con la tecnología e innovación. Sus profesores le dijeron del buen nivel del Poli y una visita a la expo orienta lo convenció. Es del municipio Francisco R. Murguía, mejor conocido como “Nieves”, y le interesa el avance tecnológico en electrónica o bien, la programación.
Asseneth Ramírez, también de “Nieves”, espera el inicio de clases sumida en su laptop. La manera en la que supo del campus del IPN en Zacatecas fue “muy curiosa”, dice. Por un comentario de una compañera en la prepa de su municipio se enteró que era el único lugar en donde podría estudiar Ingeniería Ambiental.
En “Nieves” no hay mucho desarrollo industrial, comenta, por lo tanto los altos niveles de contaminación que existen en otros lugares aún no llegan a ese sitio, por lo que pretende, antes de que sea un mal momento, disminuir la contaminación y recuperar su medio ambiente. “Tengo mucho interés en el tratamiento de aguas residuales, quiero encaminarme a eso –expone- porque México requiere de mucha agua para su desarrollo”.
Asseneth pensó que el IPN sería una escuela como las que ella conocía. Pensó que iba a “entrar a un lugarcito donde me van a dar mis clasesitas” pero es donde le han enseñado a buscar su propia información y a salir adelante por sí misma, confiesa. Para la alumna el nivel está “muy bien” pues comparándose con otros compañeros de carreras similares, el aprendizaje es diferente, dice.
El Instituto Politécnico Nacional se ha erigido junto con la UNAM como los dos pilares educativos de la educación pública en el país. Su historia es grande y ha sido también testigo y partícipe de importantes transformaciones en México. Los juegos de su equipo de futbol americano “Los Burros Blancos” emocionaron en la pantalla grande del celuloide nacional. El mambo compuesto por Pérez Prado ha hecho bailar a varias generaciones y la sangre de sus jóvenes que manchó la bayoneta del Estado puso a llorar también al pueblo mexicano. El IPN está de plácemes, 82 años de vida moviéndose al ritmo del engrane y el matraz de su escudo para echar a andar al país. ¡Huelum!

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