El pasado lunes en el evento político en que asumió su segundo mandato que lo convirtió en el presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump dijo: “mi vida fue salvada por Dios, para hacer grande a Estados Unidos otra vez”. Posteriormente con un torrente de mandatos y órdenes ejecutivas, el mandatario estadounidense volvió a generar cuestionamientos sobre el exceso de su comportamiento con lo que reafirmó una visión enérgica del poder presidencial y preparó el terreno para nuevas disputas legales.
La Constitución dice que los presidentes “velarán por la fiel ejecución de las leyes”. Trump no ofreció ninguna explicación clara de cómo él tiene algún poder legítimo para suspender la ley y se limitó a hacer, una vaga mención de su “responsabilidad constitucional” en materia de seguridad nacional, política exterior y “otras funciones ejecutivas vitales”.
En su primer discurso en el cargo, habló de los puntos más controversiales tanto de su campaña como aquellos que habían encendido polémica en los días previos a la toma de posesión. En varias de sus órdenes Trump invocó su papel constitucional como comandante en jefe del Ejército, presentando a los inmigrantes como invasores y difuminando la línea entre la aplicación de la ley de inmigración y los poderes de guerra.
La firma de una oleada de decretos y órdenes ejecutivas en diversos temas, derogaron varias acciones y medidas adoptadas por Biden que habían fomentado la diversidad e inclusión. Como las políticas más amenazantes destacan las siguientes:
Ofensiva y pugna contra la inmigración.
Se detendrá toda entrada irregular de personas de la nacionalidad que sea. Regresando masivamente a nuestro país, a millones de connacionales.
Restringió las solicitudes de asilo.
Esto tensa las relaciones entre aquel país y el nuestro, además se corre el riesgo de complicar los negocios internacionales.
Firma orden ejecutiva que busca negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio estadunidense.
La orden pretende modificar la interpretación actual de la Enmienda 14 de la Constitución de Estados Unidos, que establece que toda persona nacida en suelo estadounidense, obtiene automáticamente la nacionalidad, independiente del estatus migratorio de sus padres.
Se retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Este documento es un Tratado adoptado en 2015, para combatir la crisis climática, buscando limitar el aumento de la temperatura global. Tal decisión, deja a Estados Unidos junto con Irán, Libia y Yemen, como los únicos países del mundo fuera del pacto.
Se ordenaron medidas que impactan en la comunidad transgénero.
En Estados unidos, sólo habrá dos sexos: masculino y femenino. Esto constituye una amenaza más en una ola de ataques contra las personas con identidad de género diversa, lo que podría restringir, por ejemplo, el acceso a la atención médica o también, limitar la participación de mujeres trans en competencias deportivas.
Cobrar impuestos a países extranjeros.
Con esta medida, Trump reitera sus políticas proteccionistas. Se cobrará impuestos a los países extranjeros. Según fuente consultada de su administración, señaló que Trump pretende emitir un memorándum que ordena a las agencias federales evaluar las relaciones comerciales de Estados Unidos con China, Canadá y México. Reiteró su plan de crear una agencia para recaudar impuestos y aranceles de fuentes extranjeras.
Pidió al Departamento de Estado, que designara a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras. Esto constituye una medida que aumenta el alcance de la aplicación de la ley estadounidense sobre los grupos criminales.
- Indultó prácticamente a todos los partidarios suyos, que habían sido condenados por participar en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Dio a conocer sus ambiciones expansionistas.
Trump marcó el inicio de su segundo mandato con amenazas que generan tensiones fuera y al interior del país. Dos las más importantes:
1.- Recuperación del Canal de Panamá. Reiteró que busca retomar el control del Canal de Panamá, pues según informó se había violado el espíritu de un Tratado firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter, que cedió el control del Canal en 1999. Los argumentos del mandatario son que, el Canal nunca se debería haber cedido y en el momento, se están cobrando precios muy altos y no se trata de manera justa, a los barcos estadounidenses.
2.– Cambiar el nombre de “Golfo de México”, por el nombre de “Golfo de Estados Unidos”.
Por último:
Se congratuló por sus logros en el extranjero de los conflictos actuales en el mundo, Aseguró que quiere ser recordado como un “pacificador y unificador”, e hizo referencia al papel que jugó su equipo para lograr alcanzar un alto al fuego en Gaza, que entró en vigor el domingo, justamente un día antes de su investidura.
México mientras tanto, espera con cabeza fría las consecuencias de esas medidas. Al día siguiente en su “mañanera del pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum, respondió a las amenazas: mantener la calma; afirmando que México es un país libre y soberano. También pidió leer los decretos para hacer la interpretación adecuada de ellos. Veremos.
Pero el problema inmediato es el migratorio. Para enfrentarlo se ha dado a conocer, que habrá modificaciones al presupuesto 2025 aprobado el pasado diciembre.