Zacatecas es un pueblo noble, de costumbres y cultura únicas, de una arquitectura extraordinaria y con una riqueza mineral inconmensurable que la hace figurar en los primeros lugares a nivel mundial en producción de plata y oro. Lo anterior, contrasta con el profundo subdesarrollo que se ha generado en el territorio, con la inestabilidad social, con los altos índices de pobreza y marginación, con pueblos y comunidades en los que la violación de derechos humanos fundamentales es cosa de todos los días, así, para muchos zacatecanos el trabajo ha quedado lejos, el salario digno es una quimera, algunos de sus municipios están perdiendo los elementos necesarios para serlo y los que no, se encuentran sumidos en mucho olvido y desigualdad. Recuerdo que al inicio de la administración de Miguel Alonso Reyes se prometieron muchas cosas, por ejemplo, en el mensaje de presentación de su Plan Estatal de Desarrollo 2010-2016, el actual gobernador afirmaba que construir el Zacatecas al que nuestra mujeres y nuestros hombres aspiran, era una tarea de todos en una tierra que deberá ser escenario de la incesante lucha para conquistar el desarrollo humano pleno al que tienen derecho todas las familias asentadas en la entidad; y más aun, Miguel Alonso textualmente señalaba que impulsados por los ideales labrados con sangre en nuestra historia; por el legado de quienes con su pensamiento y sensibilidad nos hacen sentir orgullosos de compartir su mismo origen; y por el compromiso más grande que puede haber, que es la confianza de los ciudadanos, quienes integramos (sus funcionarios) la administración estatal 2016-2016, asumimos (ellos) la responsabilidad de establecer las bases para el despegue del estado hacia mayores niveles de bienestar. Ése era el discurso y tal vez la intención, sin embargo y a escasos meses de que termine su gestión, el despegue no se dio y peor aún, tal parece ser que el cohete de la administración pública terminó por hundirse en detrimento de los zacatecanos.
Al principio, decían los chupamedias, que el Sr. Alonso sería el próximo Presidente de la República pues cumplía los recientes estándares para serlo, no obstante, dudo que las cuentas que deja pendientes en Zacatecas le ayuden a trascender a tal alta encomienda. Mi memoria histórica recuerda que Miguel Alonso y sus secuaces, adjudicaron cuanta desgracia pudieron a la ex gobernadora Amalia García Medina y, muchos así lo creyeron, ahora después de 5 años de gobierno y con la pretensión de endeudar a nuestro Zacatecas con 1700 MILLONES más que, sumados a la deuda anterior, representa un incremento de casi el 1000% (MIL POR CIENTO) en relación con el gobierno de Amalia Dolores García Medina, lo cual, es un insulto para todos, pues aparte de que los integrantes de la administración 2010-2016 le han fallado al pueblo zacatecano, no hay, parafraseando al Plan Estatal de Desarrollo Alonsista, un Zacatecas seguro, no hay un Zacatecas unido, no hay un Zacatecas productivo, no hay un Zacatecas Moderno y, no hay un Zacatecas justo para la desgracia de todos nosotros. Así las cosas, estoy convencido de que de aprobarse el multisonado empréstito, una gran parte del dinero será utilizado para la compra de votos y voluntades, pues ya se está viendo que algunos jóvenes adoctrinados para beneficiar al sistema, ya están manipulando y condicionando la entrega de becas a otros jóvenes.
Eso y más vendrá en el 2016, pues también como electorado, hemos demostrado debilidad intelectual y miseria humana pues seguimos chupándole el garrote a quienes nos madrean, seguimos votando por los mismos ineficaces, continuamos vendiendo la patria a cambio de migajas, andamos en peregrinación en busca de la fotito pal feis en vez de cuestionar y exigir mejores condiciones de vida, nos seguimos prestando al acarreo, los politiquillos de rancho, baratos y absurdos, siguen manipulando a los ausentes de cultura y educación pero bastos de hambre y necesidades. Ante todo este lamentable escenario zacatecano me pregunto: ¿No hubiera sido mejor gobernar adecuadamente a Zacatecas? ¿No hubiera sido más viable generar desarrollo y bienestar para el pueblo y que esto constituyera la carta de presentación para ascender a otras posiciones políticas? ¿No sería mejor para todos si la administración 2010-2016 se hubiera puesto la camisa de Zacatecas por sobre sus propios intereses? ¿ No es mejor responder con hechos a la confianza de los ciudadanos contrario a traicionarlos? ¿No es mejor hacer bien las cosas que andando ofreciendo juguetes y carnes asadas para colarse en otras posiciones? En fin, las respuestas Usted y yo y, también ellos, las tienen. FELIZ NAVIDAD. ■
*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
